Johnnie Walker lanza iniciativa The Next Steps

Johnnie Walker, el whisky escocés más vendido del mundo, ha puesto en marcha hoy la iniciativa The Next Steps, una campaña de sostenibilidad, la más ambiciosa jamás realizada hasta la fecha por la marca, centrándose en una socialización más sostenible para todo el mundo.

La iniciativa presenta un plan de acción de amplio alcance que servirá para que el fabricante de whisky siga caminando y haciéndose más sostenible por diseño desde el grano hasta el vaso. La iniciativa forma parte de los esfuerzos continuados de la marca para reducir su huella medioambiental, restaurando paisajes naturales y reinventando cómo se elabora, distribuye y disfruta su whisky en cada rincón del mundo.

En el programa se incluyen una serie de compromisos medioambientales:

– 100% de la producción de whisky de Johnnie Walker será neutra en carbono
– 100% de las destilerías que proveen a Johnnie Walker emplearán energías renovables
– Todos los empaques serán reciclables, reutilizables o compostables.
– Inversiones en proyectos para restaurar turberas, plantas y árboles protegidos en Escocia.
– Reinvención de la experiencia de consumo de bebidas para que sea más sostenible, además concientizar a personas de todo el mundo sobre la importancia de la socialización sostenible.

El nuevo programa estará encabezado por la creación de una nueva y revolucionaria experiencia de bar, que va a mostrar el futuro de la socialización sostenible. Creado junto al pionero de las bebidas y ganador de múltiples premios, Ryan Chetiyawardana (Mr Lyan Studio); la embajadora de residuos cero, Lauren Singer; y The World’s Most Rubbish (una comunidad global dedicada a hacer que el uso único sea cosa del pasado), esta experiencia de bar revolucionaria se estrenará a finales de este año, antes de implementarse a nivel mundial en múltiples mercados.

Como parte de la iniciativa denominada The Next Steps, Johnnie Walker se muestra orgulloso de asociarse junto a RSPB Scotland (Royal Society for the Protection of Birds) para restaurar 88 hectáreas de turberas en estado muy degradado. Este destacado trabajo permitirá que la vida vegetal se regenere, apoyando a la vida silvestre y reduciendo las emisiones de carbono. A pesar de cubrir tan solo el 3% de la superficie del mundo, las turberas almacenan el 30% del carbono a nivel global, siendo además vitales para el desarrollo de la salud y el bienestar de todo el planeta.

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