Factores de riesgo del cáncer de mama
En el Perú se diagnostican alrededor de 7 mil nuevos casos de cáncer de mama al año. La mayoría de las veces esta enfermedad no presenta síntomas en su etapa inicial. Por ello, es vital que las mujeres desde los 30 años de edad se realicen un chequeo anual con un mastólogo; y a partir de los 40, se hagan una mamografía para detectar cualquier lesión en sus primeras etapas.
Los controles médicos preventivos son importantes, pues permiten identificar en forma temprana cualquier anormalidad y recomendar el mejor tratamiento para cada caso, según explica el doctor Mauricio León, jefe de la Unidad de Mastología de la Clínica Ricardo Palma y director de la liga contra el Cáncer.
El autoexamen mamario todos los meses (diez días después del inicio del periodo) y una ecografía mamaria anual desde los 30 años, también son claves para prevenir esta patología que cada año cobra la vida de 1,800 mujeres en nuestro país, de acuerdo con los reportes de Globocan 2018.
Si usted tiene uno o más factores de riesgo, converse con su mastólogo para despejar sus dudas y temores.
– Edad avanzada: El riesgo aumenta con la edad. Más del 75% de los casos se diagnostican en mujeres mayores de 50 años, y el 18% restante entre los 40 y 50 años.
– Antecedentes familiares: Mujeres cuyos parientes consanguíneos desarrollaron esta afección. Si un familiar de primer grado (padre, madre, hermana o hija) padece este mal, la probabilidad casi se duplica.
– Mutaciones genéticas: Los genes que con más frecuencia provocan cáncer de mama por su mutación son los genes BRCA1 y BRCA2. Estos hacen normalmente que las células produzcan proteínas que evitan su crecimiento anormal. Si se presenta mutación aumentarían el riesgo del cáncer en 80%.
– Menarquía tardía y menopausia temprana: El tener más ciclos menstruales a lo largo de la vida suponen un aumento de la exposición a estrógenos, que aumentan la posibilidad de padecer cáncer de mama. Por ello, las mujeres que han tenido la primera menstruación a edades más tempranas, antes de los 12 años, y/o la menopausia más tarde de los 55 años, tienen más probabilidad de desarrollar esta patología.
– Terapia hormonal tras la menopausia: Este tipo de tratamiento utilizado para disminuir los síntomas de la menopausia, puede llevarse a cabo con estrógenos o con una combinación de estrógenos y progesterona. Ambos incrementan el riesgo de un cáncer de mama hormonosensible, sobre todo si se usan por un periodo mayor de 2 años.
– Lactancia y embarazo: Las mujeres que no han tenido hijos tienen más probabilidades de padecer cáncer de mama, y este riesgo va disminuyendo a medida que se tienen más pequeños. Respecto a la lactancia, se ha visto que dar de mamar reduce el riesgo de cáncer de la madre y de su niño.
– Sobrepeso y obesidad: El sobrepeso supone un riesgo elevado de cáncer de mama, en especial para mujeres postmenopáusicas. Una mayor cantidad de tejido graso implica un mayor nivel de estrógenos, lo que aumenta la posibilidad de cáncer.
– Consumo de alcohol y tabaco: El alcohol puede incrementar los niveles de estrógeno y otras hormonas asociadas al cáncer de mama hormonosensible, que son la mayoría. Además, lo hacen también al dañar el ADN de las células. Por otro lado, las mujeres que fuman o han fumado alrededor de un paquete de cigarrillos al día durante 10 años tienen un riesgo elevado de desarrollar este tipo de cáncer.
Recuerde que la prevención es clave para detectar oportunamente esta enfermedad y aumenta enormemente las posibilidades de superarla. La autoexploración y los chequeos médicos preventivos salvan vidas, lo invitamos a conocer MAUCHIS, la primera plataforma de Inteligencia Artificial contra el Cáncer de uso gratuito, información en www.mauchis.org