Fitbit Flow contribuye a minimizar el impacto del COVID-19
Fitbit anunció hoy que ha desarrollado un respirador de emergencia, de alta calidad, de bajo costo y fácil de usar, Fitbit Flow, que ha obtenido una Autorización de Uso de Emergencia (EUA por sus siglas en inglés) aprobado por la Administración de Comida y Medicina de Estados Unidos (FDA) para uso durante la emergencia sanitaria pública del COVID-19.
Después de ver la necesidad global de respiradores, Fitbit aplicó su profunda experiencia interna en el desarrollo avanzado de sensores y diseño de hardware, para crear rápidamente Fitbit Flow, un resucitador automático inspirado en la caja de herramientas de diseño MIT E-Vent, basado en las especificaciones de los sistemas de ventilación de fabricación rápida. Durante el desarrollo y las pruebas, Fitbit consultó a los médicos de emergencias de Oregon Health & Science University, que atienden a pacientes con COVID-19 en el Hospital OHSU y laboró con el grupo de trabajo MassGeneralBrigham Center for COVID Innovation sobre el diseño y las necesidades de los profesionales.
«El COVID-19 nos ha desafiado a todos a sobrepasar los límites de la innovación y la creatividad, y utilizar todo lo que está a nuestra disposición para desarrollar más rápidamente productos que apoyen a los pacientes y a los sistemas de atención médica que los cuidan», dijo James Park, cofundador y CEO de Fitbit. «Vimos una oportunidad para reunir nuestra experiencia en el desarrollo avanzado de sensores, la fabricación y nuestra cadena de suministro global, para abordar la necesidad crítica y continua de respiradores y ayudar a marcar la diferencia en la lucha global contra este virus».
Fitbit Flow se basa en bolsas de reanimación estándar, como las utilizadas por los paramédicos, con instrumentos sofisticados, sensores y alarmas que funcionan en conjunto para soportar compresiones automáticas y monitoreo de pacientes. El dispositivo está diseñado para ser intuitivo y fácil de usar, lo que puede ayudar a reducir la presión sobre el personal especializado que normalmente se necesita para operar un respirador comercial. Otros respiradores de emergencia similares varían en la combinación de características que ofrecen, pero Fitbit cree que ninguno de ellos ofrecen todos los atributos del dispositivo de Fitbit al mismo rango de menor precio.
«Fitbit Flow es un gran ejemplo de los increíbles adelantos, que surgen cuando la academia y la industria emplean la innovación basada en problemas, para responder rápidamente a una importante necesidad. La COVID-19 es una enfermedad nueva y todavía tenemos mucho que aprender sobre la progresión, el tratamiento y la posible recurrencia de esta enfermedad. Es fundamental que desarrollemos soluciones que puedan ayudar a garantizar, que nuestros sistemas de salud tengan el equipo que necesitan ahora y en el futuro si vemos un resurgimiento de COVID-19», dijo David Sheridan MD MCR, profesor asistente de medicina de emergencia pediátrica y codirector de Emergencia Clínica Innovación Oregon Health & Science University.
Fitbit tiene como objetivo aprovechar la vasta infraestructura y las capacidades de fabricación de la compañía, que actualmente produce millones de dispositivos Fitbit por año para producir grandes volúmenes de estos dispositivos de emergencia rápidamente. El objetivo es suministrar estos dispositivos a los sistemas de salud de todo el mundo, que no cuentan con un número suficiente de respiradores comerciales tradicionales. Fitbit Flow está diseñado para usarse solo cuando un respirador comercial tradicional no esté disponible.
Fitbit está en pláticas con agencias para comprender las necesidades domésticas actuales de respiradores de emergencia y también planea trabajar con organizaciones de ayuda estadounidenses y globales, tanto para hoy así como anticiparse a cualquier ola futura del virus.