Yoga ¿Porqué deberíamos practicarlo?
El yoga es una disciplina que suma adeptos gracias a la cantidad de beneficios que aporta en mente y cuerpo. Actualmente, se estima que más de 500 millones de personas lo practican en el mundo. Por ello, se reconoce su popularidad universal el 21 de junio celebrando el Día Internacional del Yoga.
La palabra yoga proviene del sánscrito y significa unidad porque simboliza la unión del cuerpo y la mente. Según las Naciones Unidas, el yoga se basa en una práctica física, mental y espiritual de tradición antigua, que se originó en la India.
Esta disciplina es un enfoque holístico valioso para nuestra salud y nuestro bienestar. No se trata solo de ejercicios, sino de una manera de descubrir el sentido de identidad de uno mismo, el mundo y la naturaleza. Son tantos los beneficios que aporta a nivel físico, mental y emocional, que se dice que su práctica habitual puede cambiarnos la vida. Basta dedicar diez minutos al día antes de acostarnos para que mejoren nuestros hábitos de sueño.
Practicar yoga con regularidad es una excelente forma de aliviar el estrés y las tensiones que acumulamos, pero hay otros beneficios igual de importantes, que obtenemos al realizar esta actividad. Samanta Clayton, vicepresidenta de Rendimiento Deportivo y Educación Física Mundial de Herbalife Nutrition, explica algunos de los beneficios que tiene esta práctica deportiva:
Mejora la respiración: El yoga te enseña a respirar correctamente. Respirar de manera profunda y a un ritmo pausado equilibra el sistema nervioso, desacelera el ritmo cardiaco y relaja los músculos.
Refuerza el sistema inmunológico: Ayuda a reducir el nivel de cortisol, la hormona relacionada con el estrés. Está demostrado que niveles de cortisol elevados pueden provocar cambios de humor, aumento de peso, presión arterial alta, y problemas de sueño y digestivos, entre otros.
Mejora el equilibrio: A medida que mejora el equilibrio, también lo hace nuestra flexibilidad, ya que las articulaciones se benefician de este tipo de ejercicios.
Aumenta la flexibilidad: Es uno de los primeros cambios positivos al empezar a practicarla. La flexibilidad ayuda a evitar lesiones. Conforme aumenta la flexibilidad, desaparecen muchos de los dolores musculares provocados por las tensiones diarias.
Fortalece músculos y huesos: A diferencia del trabajo de musculación de los gimnasios, el yoga evita que se acumule ácido láctico en el cuerpo, lo que provoca fatiga y dolor. En cuanto a los huesos, está demostrado que el yoga ayuda a reforzarlos y a frenar la pérdida de masa ósea. Además, se mejorar la postura lo que incide en la columna vertebral.