
Vivir tras el cáncer de mama: claves de cuidado
Superar un cáncer de mama es un logro lleno de esperanza, pero también marca el inicio de una etapa en la que el cuidado de la salud sigue siendo esencial.
En el Perú, cada año más de 7 mil mujeres son diagnosticadas con esta enfermedad, según el Minsa. Detectarla a tiempo ofrece hasta un 90% de probabilidades de curación, pero el alta médica no significa que el camino haya terminado. El seguimiento constante es clave para prevenir recaídas y atender complicaciones que pueden aparecer después del tratamiento.
“El control periódico es fundamental. Además de prevenir la reaparición del cáncer, nos ayuda a identificar efectos secundarios que pueden afectar la calidad de vida, como problemas cardíacos, óseos o metabólicos”, explica el Dr. Oscar Álvarez Larraondo, oncólogo quirúrgico de la Clínica Stella Maris.
Entre los chequeos más importantes después del tratamiento se encuentran:
- Visitas médicas regulares: cada 3 a 6 meses durante los primeros años, y luego de forma anual.
- Mamografía y/o ecografía mamaria: esenciales para detectar recurrencias o nuevas lesiones.
- Exámenes especializados: como resonancias, densitometrías ó seas o ecocardiogramas.
Monitoreo integral: seguimiento de la función hormonal, salud ósea y estado cardiovascular. El principal factor de riesgo para desarrollar un nuevo cáncer de mama es haber tenido previamente cáncer en la otra mama (aproximadamente en un 10% de los casos).
Además del control médico, adoptar hábitos saludables como mantener una alimentación equilibrada, realizar actividad física regular y cuidar la salud emocional, contribuye a una mejor recuperación y calidad de vida. El 19 de octubre, en el Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer de Mama, se recuerda la importancia no solo de la detección temprana, sino también del seguimiento posterior al tratamiento.
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