Vino naranja: El cuarto color triunfa en el Perú
Sin duda el público se ve interesado por probar nuevos perfiles de aromas, acompañados de un color que de por sí refleja ser un vino distinto. El vino naranja es el color que no puede faltar, por eso los restaurantes que están en la lista de 50 Best Restaurants lo incluyen en sus bodegas, asimismo lo encontramos en las más reconocidas cafeterías y hoteles de varios distritos en Lima.
«En Curador Wine Bar cada vez viene más gente ansiosa de probar vinos naranjas y es por eso que nos hemos puesto en contacto con amigos de Argentina y de otros países para abastecer esa demanda. Se trata de un vino que enamora fácilmente a quien lo prueba porque debido a su proceso, en el cual normalmente hay un tiempo prologando de skin contact o contacto de pieles con el mosto, es que se logran vinos con mucha más carga aromática. Entre aromas tropicales a notas de levadura, el vino naranja tiene una textura particular que se logra por un poco de raspón o por la piel misma», indica Andrés Orellana, destacado sommelier y propietario de Curador Wine Bar.
Se trata de llevar un proceso de fermentación más característico de variedades tintas en las blancas. Además, el espíritu de un vino naranja surge con el proceso en bodega en la cual se optará por llevar una fermentación en piletas o huevos de cemento, ánforas de barro o materiales que no busquen aportar más aromas que los propios aromas varietales, los propios de la uva. Este estilo de vinos por lo normal no se filtra, ya que la maceración de las pieles les otorga ese particular color naranja.
En Curador Wine Bar puedes encontrar vinos naranjas como una Malvasía de Livverá con notas como maracuyá, membrillo, miga de pan y almendras, que destaca por su textura de piel de durazno en boca. También El Albita de Ihuanco de Pepe Moquillaza, el primer vino naranja hecho en el país. Durante el mes de octubre puedes disfrutarlos por copa desde 25 soles.
Visítalos en Calle La Libertad 212, Miraflores.