
Vale una chela, campaña reconoce el valor detrás de cada cerveza
Vivimos en un mundo donde todo se mide en cifras, cuánto cuesta, cuánto se gana, cuánto se vende, pero lo más valioso no siempre entra en un número. En el Perú, la cerveza no solo está presente en reuniones familiares o celebraciones: es también un motor de desarrollo económico y social. De acuerdo con cifras del sector, la categoría cervecera aporta alrededor de S/ 4,000 millones en impuestos al año y multiplica su inversión: por cada USD 1 invertido genera USD 2.2 adicionales en la economía.
Con estas cifras como contexto, Vale una chela nace como una nueva forma de reconocer a todo lo que hay detrás de esa cerveza fría y lista para compartir: el agricultor que siembra sus ingredientes, el transportista que la distribuye, la bodeguera y el bodeguero que la ofrecen y, por supuesto, los momentos que unen a familias y amigos.
"En Backus queremos transmitir que lo que cuesta una cerveza se mide en soles, pero lo que vale se mide en impacto. Por eso, cuando algo importa de verdad, cuando une, empuja y deja un legado… vale una chela", señaló Rodrigo Gallegos, VP de Asuntos Corporativos y Sostenibilidad de Backus.
Una categoría que impulsa desarrollo
La cerveza es un producto natural, local e innovador que impulsa el desarrollo de comunidades y emprendedores en todo el Perú. Mucho más que una bebida, es parte de la vida, la cultura y la economía de millones de personas. Según cifras de Backus, la categoría:
- Representa cerca del 1% del PBI nacional y genera más de 20,000 empleos directos e indirectos.
- Aporta alrededor de S/ 4,000 millones en impuestos al año, recursos que ayudan a financiar hospitales, colegios y carreteras.
- La categoría cervecera cuenta con más 257 cervecerías y 200 marcas en un ecosistema que crea identidad, empleo y oportunidades.
De la semilla a la botella: impacto real
La campaña habla del enfoque integral de Backus de la semilla a la botella, que busca que cada chela genere un impacto positivo en todas las comunidades. Esto se refleja en el impulso a la agricultura sostenible —con más del 40% del maíz y arroz provenientes de agricultores peruanos que dinamizan economías rurales—, en la gestión responsable del agua como recurso vital para la vida y la producción, y en el fortalecimiento del emprendimiento local, ya que bodegas, bares y restaurantes, el corazón de los barrios del país, encuentran en la cerveza hasta el 30% de sus ingresos.



