Un delicioso viaje a través de los sabores del Perú

El ají amarillo so frito y flambeado descansa sobre un corte perfecto de cebolla roja de la cual emana un aroma que se entremezcla con aquel singular y delicioso toque que le dan unas cuantas hojitas de culantro distribuidas proporcionalmente alrededor de todo el plato.

Parece que estuviéramos hablando de una obra de arte, y aunque no lo es, se asemeja mucho a una. Se trata de un plato bandera del restaurante Guargüero: el lomo saltado.

Los galardones que ha ganado la gastronomía peruana en el mundo se deben, en gran medida, a que nuestros platos despiertan justamente esas emociones, remueven fibras inalcanzadas -casi inhóspitas- que propician la explosión de algún catapultador de la serotonina a niveles inimaginables.

La elección de los insumos es la clave, pero lo más determinante es el arte de saber combinar sabores, y para eso nuestros chefs son expertos.

Uno solo debe configurar su aplicación preferida de GPS y colocar Av. La Paz 1025, Miraflores para introducirse en una especie de máquina del tiempo dentro de la cual podrá atravesar las tres regiones del Perú: costa, sierra y selva. En un solo lugar, el tiempo quedará detenido y la imaginación, sí, la imaginación- será sobrepasada largamente por la realidad de una experiencia culinaria única e inigualable.

Eso es lo que genera Guargüero para quienes prueban su carta: sensaciones únicas e inolvidables. Es como recorrer el Perú de un bocado, viajar sin tener que trasladarse, experimentar la belleza y la inexplicable sensación de estar transportándose a otra dimensión y deleitarse, sólo rendirse al disfrute.

Para empezar, se podría optar por la gran causa acevichada, una opción que no puede pasar desapercibida. Este platillo típico de Lima no solo es delicioso, sino que su presentación es una obra de arte.

Los amantes de la comida norteña, pueden optar por el delicioso pato a la norteña macerado con chicha de jora, que se sirve con magret al grill, arroz verde y papines a la huancaína. Pero si lo que se busca es un plato más contundente, la parrilla pachamanquera -que lleva conchas, langostinos, calamares y pulpo a la parrilla con papines crocantes y chalaquitas- será la mejor opción. Este, es uno de los platos más emblemáticos del Perú, y el chef de Guargüero lo prepara con mucho esmero y pasión.

La fusión ítalo-peruana también tiene representación en la carta: el lomo saltado ítalo peruano es la obra más representativa de aquella amalgama cultural. A su mesa, llegará un fino lomo salteado al wok servido con risotto a la huancaína.

Los audaces cócteles de autor merecen otra escala. Por ejemplo, el Kimpembé que lleva ron Centenario de 5 años, piña, manzanilla, matacuy y muña.

Además, en Guarguero no nos olvidamos de los dulces. La aromática fantasía de pistachos, pero también el inevitable trío de guargüeros, con manjar de olla, café y lúcuma le transportarán a la infancia.

Recorrer el Perú para experimentar todos sus sabores nunca fue una experiencia tan mágica Un rincón en Miraflores como Guargüero, te hará experimentar sensaciones únicas y agradables para deleitar su paladar: un rincón del Perú con un poco de todos los rincones.

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