Tres claves para organizar tus finanzas y ahorrar eficientemente
La capacidad de una persona de tener un sistema que le permita registrar sus ingresos y egresos de manera eficiente resulta fundamental para afrontar las dificultades financieras, ahorrar y buscar oportunidades. Por tal motivo, tener un control sobre los gastos resulta clave para un buen manejo de nuestro dinero, sobre todo, en una coyuntura tan incierta como la que vivimos producto de la COVID-19.
Diego Marroquín, líder de herramientas de salud financiera en Interbank, nos comparte tres pasos claves a seguir si deseamos organizar nuestras finanzas y ahorrar sin sufrir en el intento:
1. Clasifica tus gastos: existen diversos tipos de gastos, pero es necesario que se clasifiquen de acuerdo con su uso, periodicidad e importancia:
– Gastos fijos: Son las salidas de dinero que se repiten cada cierto período de tiempo: pago de servicios de luz y agua, alquiler de vivienda, hipotecas, seguros, etc.
– Gastos variables: Estos gastos pueden ser reducidos o eliminados según tus decisiones (actividades recreacionales, vestimenta, etc.).
– Gastos hormiga: Son inicialmente gastos insignificantes, pero que al ser realizados con mucha frecuencia pueden crear un desbalance en tus finanzas (dulces, gaseosas, pedidos por delivery, etc).
– Gastos vampiro: son aquellos que tenemos planificados, pero que no aprovechamos totalmente (suscripciones a plataformas de streaming, membresía de gimnasio, etc).
2. Proyecta tus gastos y hazle seguimiento: una vez identificados y clasificados, determina las salidas de dinero que podrías evitar y proyecta tu presupuesto mensual para cumplir con todos tus compromisos financieros. Asimismo, es igual de importante comparar tu presupuesto con tu avance real todos los meses para ver si estas cumpliendo con tus objetivos o debes de realizar algún ajuste.
3. Determina tu dinero excedente y clasifícalo: recuerda que los ahorros también se clasifican y permiten que diseñes la ruta hacía el cumplimiento de tus objetivos.
Ahorro de emergencia: son aquellos ahorros que te van a ayudar en situaciones inesperadas: despidos, gastos de salud, entre otros. Se recomienda que este tipo de ahorro represente el 10% del total de ingresos y que el acumulado alcance 3 a 6 veces nuestro gasto mensual.
Ahorro con objetivo: con estos ahorros podrás cumplir tus sueños y objetivos, como pagar tu maestría, la cuota inicial de tu casa o comprarte un carro. Se sugiere que represente el 20% de los ingresos.
Finalmente, Marroquín nos recuerda que una persona con buena salud financiera cuenta con ahorros a corto y largo plazo, tiene adecuado control de sus ingresos y egresos, tiene buen puntaje crediticio y se encuentra preparado para situaciones inesperadas.