Teletrabajo y ciberseguridad, aliados en tiempos de COVID-19

El avance del Covid-19 cambió la forma de trabajar a millones de personas a nivel global. La distancia física no ha sido sinónimo de desconexión, sino que, por el contrario, ha impulsado la digitalización de empresas de todos los tamaños y rubros para mantener sus operaciones. Hoy su desafío está en potenciar las capacidades de sus colaboradores mediante herramientas confiables que permitan mantener el trabajo en equipo y dar continuidad a los negocios en forma remota y segura.

En este nuevo escenario, la tecnología y la conectividad son fundamentales. Prueba de ello es que el tráfico de Internet fija y móvil creció un 40% durante el primer trimestre del 2020, impulsado, en buena parte, por el teletrabajo. Según datos de la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS), un 95% de las empresas ha adoptado este sistema para algún porcentaje de sus trabajadores.

Como parte de esta tendencia, se ha masificado el uso de las herramientas que permiten trabajar en línea, almacenar información y realizar reuniones desde cualquier lugar, habilitando rápidamente una oficina en casa con todos los elementos necesarios. El mercado se ha adaptado a la tendencia y hoy cuenta con ofertas para potenciar el trabajo inteligente, como Smart Working, que cuenta con un conjunto de aplicaciones, servicios de seguridad, espacio de almacenamiento y herramientas para crear, editar y compartir documentos en línea.

La flexibilidad es fundamental en este proceso, sobre todo cuando permite lograr eficiencia en los costos, explica Francisco Guzmán, director de Claro empresas. «Cada compañía puede avanzar hacia la digitalización de sus procesos de acuerdo a sus necesidades, considerando una oferta que incluye desde dispositivos móviles hasta antivirus, pasando por plataformas de reunión o trabajo colaborativo. El objetivo siempre es mantener a las personas y organizaciones conectadas», explica.

La transición eficiente hacia el trabajo a distancia debe contemplar el resguardo de información a través de los sistemas adecuados. Se trata de una tarea compleja considerando que, según el más reciente Estudio de Madurez de Ciberseguridad en Chile realizado por IDC, 1 de cada 3 empresas aún cuenta con un enfoque reactivo en esta materia. Así, las empresas en general hoy solo se protegen de peligros conocidos en ambientes controlados, a través de herramientas como firewall, IPS y antivirus.

«Las organizaciones hoy tienen un espacio amplio para avanzar en el diseño de planes que tengan una mirada preventiva más que reactiva. Trabajar colaborativamente y contar con la asesoría correcta serán de suma relevancia en este proceso, para establecer lineamientos concretos y acciones que se ajusten a cada uno. Esta también es una oportunidad para erradicar mitos en torno a la digitalización de las empresas. No es necesario hacer grandes inversiones en herramientas de última generación, sino que un primer paso es instalar una cultura de seguridad informática a nivel organizacional», explica Guzmán.

Entre las recomendaciones de seguridad iniciales para mejorar la gestión de las organizaciones durante esta emergencia, está: revisar la configuración de los servidores y de los elementos asociados al acceso remoto; verificar la configuración de seguridad de herramientas de colaboración como plataformas para videoconferencias o nubes de respaldo, y mantener un monitoreo activo del ciberespacio para detectar amenazas. De esta forma, el teletrabajo y la ciberseguridad podrán ser buenos aliados.