Siete errores de liderazgo
En esta época de incertidumbre y desconcierto, los líderes, y casi todos tenemos distintos roles de liderazgo ineludibles.
Inés Temple, presidente de LHH DBM Perú y Chile, señala que debemos tratar de ser fuente de apoyo e inspiración para nuestros equipos, familias u organizaciones. Y para eso, nos toca tratar de evitar:
1. Desaparecer: En momentos de incertidumbre, las personas necesitan más que nunca a sus líderes. No dejarse ver, no dar la cara, no estar presente, no ser accesibles, genera mucha inquietud e inseguridad: las personas necesitan saber a quién mirar, en quien confiar, quien se hace cargo y asume la responsabilidad.
2. No comunicar: Como líderes, nos toca responder a las inquietudes y dudas que surgen, incluso cuando aún no tenemos todas las respuestas. No comunicar lo suficiente deja a todos ansiosos frente a la incertidumbre. Los mensajes deben repetirse con frecuencia y ojalá, con transparencia y autenticidad para evitar rumores y dañinos desconciertos.
3.- No respetar las emociones. Frente a la incertidumbre, las emociones se pueden tornar volátiles y cambiantes y, a algunos, todo les cuesta más. A los líderes nos toca comprender eso, y actuar con tacto, tino y sensibilidad frente a cada persona y sus distintos modos de sentir. No hacerlo es una falta de respeto y una torpeza que se paga caro en lealtad y confianza.
4. Perder la calma. Como lideres nos toca dar seguridad y transmitir calma a los demás. Si no estamos balanceados o nos dejamos llevar por el stress sin comprender la importancia de nuestro rol y responsabilidad frente a nuestra gente, no podremos transmitir la serenidad, buena vibra y energía que ellos tanto necesitan recibir. Y tampoco podremos aprender, adaptarnos, actuar y ser efectivos.
5. Caer en negatividad: Cuando somos responsables de personas, familias u organizaciones, nos toca inspirar, motivar y movilizar a todos, y más aún, a quienes no logran ver la luz al fondo del túnel. Siendo nosotros negativos, aunque la excusa sea un ejercicio de realismo, sólo causa angustia y desesperanza en los demás.
6.- No reconocer. Durante la incertidumbre muchos tienen múltiples retos personales, familiares, laborales, logísticos o económicos que los complican, frustran y agotan. Nos toca entenderlos, apoyarlos, valorar sus esfuerzos y reconocerlos con frecuencia. Son señales de respeto y consideración.
7.- No ser coherente. La única manera de merecer la confianza de los demás es ser consistente con los valores que predicamos, liderar con el ejemplo y no caer en excusas facilistas que buscan eximirnos de actuar con corrección siempre y en todos los ámbitos.
No es fácil ser líder, pero hoy más que nunca, en estos momentos difíciles, nos toca liderar desde el corazón, con propósito y humanidad.