
¿Roncas al dormir? Cuidado, podrías tener apnea
Es común que alguien descubra que ronca a través de otra persona, generalmente la pareja, familiares o con quienes comparte el mismo espacio. Lo que no muchos conocen es que los ronquidos fuertes y persistentes, más que una molestia, pueden ser síntomas de la apnea del sueño, un trastorno potencialmente mortal que interrumpe la respiración durante el descanso y que, sin tratamiento, llega a desencadenar graves complicaciones cardiovasculares, cerebrales y metabólicas.
"Aunque no todas las personas que roncan tienen apnea, esta condición debe sospecharse cuando los ronquidos se acompañan de pausas respiratorias durante el sueño y somnolencia excesiva durante el día. El ronquido es uno de los síntomas más claros de la apnea del sueño, especialmente cuando es fuerte y persistente. Esta enfermedad afecta la salud física, mental y social de quiénes lo padecen", explica el Dr. Daniel Angulo, director de Medicina Humana de la Universidad Norbert Wiener.
Señales de alerta
Además de los ronquidos, existen síntomas que pueden indicar la presencia de apnea del sueño:
- Despertares bruscos acompañados de sensación de ahogo o jadeo
- Somnolencia diurna excesiva, incluso después de dormir toda la noche
- Dolor de cabeza matutino persistente
- Dificultad para concentrarse o problemas de memoria
- Irritabilidad o cambios de humor inexplicables
- Sequedad bucal o dolor de garganta al despertar
Cómo prevenir la Apnea
El diagnóstico de la apnea del sueño se realiza mediante un estudio del sueño o polisomnografía, que registra la actividad cerebral, movimientos oculares, niveles de oxígeno en sangre y patrones respiratorios durante la noche.
Una vez diagnosticada, existen varias opciones de tratamiento:
Terapia con presión positiva continua (CPAP): Es el tratamiento más común y efectivo. Consiste en un dispositivo que suministra aire a presión a través de una mascarilla, manteniendo las vías respiratorias abiertas durante el sueño.
Dispositivos orales: Aparatos diseñados para mantener la mandíbula y la lengua en una posición que evite la obstrucción de las vías respiratorias.
Cirugía: En casos específicos, puede requerirse intervención quirúrgica para corregir anomalías anatómicas que contribuyen a la apnea.
Aunque no todos los casos de apnea del sueño pueden prevenirse, existen medidas que pueden reducir su riesgo o gravedad:
- Mantener un peso saludable.
- Evitar el consumo de alcohol y tabaco, especialmente antes de dormir.
- Dormir de lado en lugar de boca arriba.
- Establecer una rutina de sueño regular.
- Evitar el uso de dispositivos electrónicos antes de acostarse.
- Crear un ambiente de sueño tranquilo, oscuro y cómodo.