Recomendaciones para evitar que tu mascota sufra de golpe de calor
El golpe de calor no es una enfermedad, es el sobrecalentamiento corporal de una mascota (cualquier especie), en todas las razas y en todos los géneros, pero si es más sensible en algunas razas como el bulldog francés, bulldog inglés, pug, en su mayoría los perros y gatos braquiocefálicos (mascotas con cráneo corto), señaló Silvia Panta, profesora de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH).
La también directora de la Clínica Veterinaria de la UPCH resaltó que el golpe de calor se produce cuando sobre exigimos a nuestras mascotas a actividades que generan calor corporal, en un lugar no tan ventilado o con un calor excesivo (época de verano) y no se tiene la debida hidratación, ya que el cuerpo, tanto de las personas como de las mascotas, se compone en su mayoría de agua.
Atención a los signos y recomendaciones
Silvia Panta resalta los signos para identificar si la mascota está cursando por un golpe de calor:
– Empieza a jadear más de lo normal, la lengua en algunos casos se pone cianótica, ya que no hay una correcta ventilación
– Presenta vómitos con liquido espumoso (esto podría causar una falsa deglución).
– Hay desmayos o inmovilización de la mascota.
– Se evidencia una tos constante (no puede respirar bien).
– Si la temperatura de la mascota pasa los 40 grados centígrados puede provocar una ruptura de algún órgano funcional, y se corta la respiración, provocando asfixia.
La profesora de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UPCH resalta algunas recomendaciones:
– En épocas de verano, no realizar paseos cuando el sol este muy fuerte (entre 11 a.m. y 4 p.m.) ya que podría quemarse las almohadillas plantares y darle un golpe de calor que cause la muerte.
– Al realizar los paseos o ejercicios, llevar siempre líquido para tenerlos hidratados. Los paseos no deben realizarse después de las comidas porque pueden causar vómitos.
– Evitar llevar a los perros a paseos muy extensos en carro ya que ellos no se ventilan como las personas. El aire acondicionado no los calma y el estrés, en conjunto, los sofocará más, provocando que se agite y caliente el cuerpo más de lo normal.
– No llevarlos a la playa.
– Al primer signo de agitación excesiva o desmayo, llevarlos al veterinario de inmediato o bañarlos con agua fría, así les bajará la temperatura corporal, que casi siempre es más de 40 grados centígrados (temperatura corporal normal es de 38.5 a 39.5).