Recomendaciones para almacenar correctamente el agua
Desde que el COVID-19 llegó a nuestro país han sido muchas las recomendaciones dados por el Gobierno para asegurar la menor cantidad de contagiados. Y es que según la Organización Mundial de Salud (OMS), hasta la fecha son más de 700,000 casos con 34,000 muertos en 192 países. A pesar de que no se cuenta con mucha información acerca de este nuevo virus, es un hecho que se puede mitigar mediante el constante lavado de manos con agua y jabón.
Sin embargo, ¿qué deben hacer las poblaciones vulnerables que carecen de agua y no pueden cumplir con estas medidas? Ante esta situación, la especialista en epidemiología, la Dr. Romy Mayta de BBraun Perú, indica que, siguiendo las recomendaciones de la OMS, una persona necesita mínimo 50 litros de agua al día para beber y asearse.
«Frente a la escasez de agua ha habido soluciones por parte del Gobierno en brindar este servicio mediante cisternas lo cual es válido pero las personas que lo reciben de esta manera tienen que aprender a racionalizarlo y sobre todo almacenarlo correctamente en situaciones de emergencia», resaltó la especialista de B Braun Perú.
El agua debe ser almacenado en botellas para líquidos bien lavados y limpios, que tengan una tapa hermética y una abertura superior menor a 10 centímetros y etiquetado con la fecha de llenado.
«El lugar donde depositemos el agua debe estar en un lugar fresco, de preferencia cerca a la cocina y alejado de sustancias tóxicas como gasolina, insecticidas o plaguicidas. Por otro lado, lavar con detergente o jabón las paredes del depósito antes de volverlo a llenar», recomendó la Dr. Romy Mayta.
Es importante hervir el agua antes de consumirla o tratarla con gotas de lejía antes de almacenarla para utilizarla en la cocina o el aseo personal. Además, colocar el depósito de agua sobre una mesa o base de unos 30 o 60 centímetros de altura, no al ras del piso para evitar que se contamine con el polvo.
Ante esta situación de emergencia, las personas creativamente buscan la forma de cómo administrar eficientemente este recurso natural, por ello es importante crear una cultura de aprendizaje para racionar correctamente el agua.