¿Qué hacer si me contagio con la Gripe H3N2?

Tras el último reporte del Ministerio de Salud (Minsa), que confirmó los primeros dos casos de gripe H3N2 en el Perú, la entidad informó que el riesgo de una pandemia se mantiene bajo y que su impacto a nivel nacional se encuentra en evaluación permanente. Esta enfermedad corresponde a una variante del virus de la influenza tipo A que circula de forma estacional y puede provocar infecciones respiratorias de inicio súbito, especialmente en contextos de mayor circulación viral.

"La influenza H3N2 requiere un diagnóstico oportuno y seguimiento médico. Un abordaje temprano permite controlar la evolución del cuadro y reducir el riesgo de complicaciones respiratorias, sobre todo en personas con enfermedades preexistentes", señala el Dr. Luis Antonio Florián Herrera, médico internista de la Clínica Stella Maris.

Periodo de incubación y manifestaciones clínicas

La influenza H3N2 presenta un periodo de incubación corto, que oscila entre uno y cuatro días tras el contacto con el virus. Esta característica favorece la rápida aparición de síntomas y su transmisión, especialmente en espacios cerrados o con alta concentración de personas.

Además de los síntomas respiratorios clásicos, como fiebre, tos, dolor de garganta y congestión nasal, esta variante puede presentar manifestaciones gastrointestinales, entre ellas náuseas, vómitos, diarrea y dolor abdominal. Estos cuadros se observan con mayor frecuencia en niños y adultos mayores y pueden generar confusión diagnóstica en las primeras etapas de la enfermedad.

¿Quiénes tienen mayor riesgo de complicaciones?

Aunque cualquier persona puede contraer el virus, algunos grupos presentan mayor probabilidad de desarrollar complicaciones respiratorias, como adultos mayores de 60 años, niños menores de cinco años, gestantes y pacientes con asma, diabetes o enfermedades cardiovasculares crónicas u oncológicas.

¿Qué hacer ante un caso de influenza H3N2?

Ante la aparición de síntomas compatibles con influenza, se recomienda reposo domiciliario, hidratación constante y evaluación médica oportuna. El manejo clínico se orienta al control de los síntomas y, en casos específicos, al uso de antivirales prescritos por el médico. La automedicación debe evitarse.

Si un integrante del hogar presenta influenza H3N2, es importante aplicar medidas de control para reducir el contagio, como aislamiento respiratorio, ventilación adecuada de los ambientes, lavado frecuente de manos, uso de mascarillas y evitar el contacto cercano con personas vulnerables.

Ante fiebre persistente, dificultad respiratoria, dolor torácico o un deterioro marcado del estado general, la atención médica debe ser inmediata.

Prevención y cuidados básicos

La vacunación anual contra la influenza continúa siendo la principal medida de prevención. A ello se suman prácticas como el uso de mascarilla en espacios cerrados o concurridos, una adecuada higiene de manos y el cuidado del estado general de salud.

Hay que recordar que la influenza no es un resfrío común y que puede generar consecuencias graves si se minimiza. La pandemia por COVID-19 nos dejó una lección importante: la prevención, el autocuidado y la atención oportuna son fundamentales para proteger nuestra salud y de los demás.

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