Prevención y tratamientos para el cáncer de cabeza y cuello
El 27 de julio se celebra el día internacional del cáncer de cabeza y cuello. A propósito de este día es imprescindible poner en conocimiento de la población en general la importancia de prevenir una dolencia que es difícil de detectar a tiempo. Pero, ¿Qué incluye el cáncer de cabeza y cuello?
Este cáncer incluye zonas de la cabeza y el cuello, desde cáncer de boca, nariz, senos paranasales, glándulas salivales, garganta y ganglios linfáticos en el cuello. La mayoría de estos comienzan en los tejidos húmedos que rodean la boca, la nariz y la garganta, y los síntomas iniciales incluyen bultos o dolores que no se curan, úlceras en la boca, dificultad para tragar, cambio de voz o ronquera, aparición de lesiones en la piel expuesta de cara, cuello cabelludo y cuello, entre otros. También puede ser identificado simplemente observando el interior de la boca del paciente.
Este cáncer es dos veces más común en hombres y suele aparecer a partir de los 40 años. Existen algunos factores de riesgo que se deben tomar en cuenta para tratar de evitarlo. Entre ellos el consumo de tabaco o alcohol que representa el 20% de los casos, el virus del Papiloma humano el 25%, dieta baja en vitaminas (sobre todo A y C), mala higiene bucal y áreas de roce de las prótesis y la exposición prolongada a radiaciones ultravioletas como el sol.
Luego del diagnóstico, los pacientes deben ser abordados por un equipo multidisciplinario, integrado idealmente por un oncólogo clínico, un cirujano de cabeza y cuello y un radioterapeuta. Los tratamientos para tratar el cáncer de cabeza o cuello, se dividen básicamente en locales o sistémicos, y dependen de cada caso, edad del paciente, ubicación y etapa del cáncer, otros problemas de salud, entre otros.
Tratamiento local: La cirugía y la radioterapia, las cuales se utilizan únicamente para tratar el cáncer. Estas no afectan al resto del cuerpo.
Tratamiento sistémico: La quimioterapia y los medicamentos de terapia dirigida pasan por todo el cuerpo. Pueden alcanzar las células cancerosas en cualquier parte del cuerpo.
La mejor forma de prevenir la aparición de tumores es reducir los factores externos, evitando el consumo de alcohol y tabaco, practicas de sexo con protección y exposición solar con moderación.