¿Por qué tomar un multivitamínico al día? Beneficios que no conocías

Puede que comas saludable, duermas tus ocho horas y hasta tengas una rutina de ejercicios decente…pero, ¿estás seguro de que tu cuerpo está recibiendo todos los nutrientes que necesita cada día?

En un mundo ideal, la alimentación bastaría. Sin embargo, entre la vida acelerada y los alimentos cada vez más procesados, muchas personas no alcanzan los niveles óptimos de vitaminas y minerales solo con la dieta. Y aquí, entra un gesto sencillo: tomar un multivitamínico al día. Los multivitamínicos pueden apoyar funciones clave del cuerpo que ni te imaginabas.

Aquí te contaremos por qué incluir un multivitamínico en tu rutina diaria puede marcar una diferencia en tu bienestar.

Cuando comer bien no es suficiente

Aunque tengamos una alimentación variada, hoy en día no siempre es garantía de cubrir todos los requerimientos nutricionales. La realidad es que factores como el procesamiento de los alimentos, el estrés, la toma de medicamentos o una agenda muy exigente pueden dejar vacíos invisibles en nuestra dieta.

Los multivitamínicos están formulados para ayudar a cubrir esas posibles carencias. Suelen incluir un amplio espectro de vitaminas del grupo B (clave para el metabolismo energético), vitamina C (gran antioxidante), vitamina D (sistema inmune y salud ósea), zinc (defensas y piel), magnesio (fatiga y función muscular), entre otros.

Con todo, estos complementos alimenticios, como bien dice la palabra, no sustituyen alimentos reales, sino que los complementan de forma inteligente. A veces un plato puede parecer muy bien equilibrado en los nutrientes, pero si hay fatiga persistente, caída de cabello, etc, tal vez lo que falta no está en la comida, sino en lo que no se ve.

Más allá de lo básico: Beneficios que quizás no imaginabas

Cuando pensamos en multivitamínicos, solemos asociarlos con una ayudita general. Pero su impacto va mucho más allá de lo evidente. Estas fórmulas no solo rellenan huecos nutricionales, también apoyan funciones clave del organismo que influyen en cómo te sientes cada día.

Refuerzo del sistema inmune. Gracias a nutrientes como la vitamina C, el zinc o la vitamina D, los multivitamínicos pueden ayudar a mantener en forma nuestras defensas, sobre todo en épocas de cambio de estación, estrés o cansancio acumulado.

Energía que se nota. Las vitaminas del grupo B (como B1, B6 y B12) participan en el metabolismo energético. Una dosis adecuada puede ayudarte a combatir esa sensación de fatiga que aparece incluso cuando has dormido bien.

Bienestar digestivo y absorción. Algunos minerales como el magnesio y ciertas vitaminas contribuyen al funcionamiento normal del sistema digestivo, lo que puede influir en cómo absorbes y aprovechas los alimentos.

Cuidado visible desde dentro. Componentes como la biotina, el zinc o el selenio se asocian al mantenimiento de la piel, el cabello y las uñas. No son una promesa de milagros, pero sí aliados.

Apoyo en momentos exigentes. En algunas etapas del camino, como jornadas intensas laborales, embarazo, posparto, entrenamientos o estrés crónico, el cuerpo puede necesitar un extra que no siempre conseguimos solo con la alimentación.

En definitiva, tomar un multivitamínico no es una solución mágica, pero sí puede convertirse en algo que marca la diferencia entre ir tirando y sentirse bien de verdad.

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