
¿Por qué la sal yodada es importante para la salud?
El consumo de sal yodada es una de las intervenciones de salud pública más efectiva y accesible para prevenir la deficiencia de yodo, una condición que afecta al desarrollo cerebral, auditivo y del lenguaje en los niños, especialmente durante la gestación o en etapas tempranas de vida.
Décadas atrás, la sal que se consumía en el Perú no contenía yodo, y la población sufría las consecuencias de la deficiencia de yodo en su alimentación, desarrollo de bocio (aumento de tamaño de la tiroides), hipotiroidismo, retraso en el desarrollo físico y mental; además de complicaciones durante el embarazo. Estas afectaciones fueron frecuentes en la sierra y la selva, particularmente en las zonas rurales, donde el acceso a alimentos ricos en yodo era limitado y la vigilancia sanitaria incipiente.
Por ello, en la década de los 90, el Dr. Eduardo Pretell, médico endocrinólogo y miembro del Instituto de Investigaciones de la Altura en la Universidad Peruana Cayetano Heredia gestionó la creación de un programa para combatir la deficiencia de yodo e impulsó como política pública el yodado de la sal doméstica, lo cual permitió importantes avances en la erradicación de las enfermedades producidas por la deficiencia de yodo. La mayoría de las dietas en la sierra y la selva no proveen suficiente yodo sin el apoyo de programas de fortificación, como la yodación de la sal.
El yodo es un micronutriente esencial para la síntesis de hormonas tiroideas, que regulan el metabolismo, el crecimiento y el desarrollo neurológico. Según el Iodine Global Network (IGN), la deficiencia de este micronutriente es la principal causa prevenible de discapacidad intelectual en el mundo.
"La sal yodada es la piedra angular para prevenir los trastornos por deficiencia de yodo, pero requiere que todas las familias accedan a ella y la consuman diariamente. Y no basta con que esté disponible, hay que comprobar que contienen la cantidad adecuada de yodo, mediante un monitoreo periódico a cargo del Ministerio de Salud", afirma el Dr. Eduardo Pretell, médico endocrinólogo, exministro de Salud y expresidente de la Sociedad Peruana de Endocrinología.
En esa misma línea, el proyecto Tiroides Móvil 2.0, dirigido por el Dr. Pretell en coordinación con el CENAN, con apoyo del Iodine Global Network y Merck Perú, está recorriendo actualmente 23 lugares del país para evaluar el estado nutricional del yodo y la función tiroidea en la población.
Esta iniciativa científica busca identificar posibles brechas en el consumo de sal yodada y reforzar las estrategias nacionales de prevención, asegurando que cada hogar peruano mantenga niveles adecuados de yodo, especialmente en mujeres gestantes y niños.
¿Cómo identificar una buena sal yodada?
Para asegurarte que la sal que usas en casa sea realmente yodada, revisa que en el empaque aparezca la palabra sal yodada o yodada, y que cuente con la aprobación de la autoridad sanitaria correspondiente según la normativa peruana. También fíjate en su conservación: el envase debe estar bien sellado, seco y guardado en un lugar fresco, ya que la humedad y el calor pueden reducir el contenido de yodo y disminuir sus beneficios para la salud.
Es importante evitar depender únicamente de sales de cocina especiales (como sal rosa del Himalaya, sal marina gourmet) que no siempre están yodadas o reguladas como sal de mesa. El Iodine Global Network (IGN) advierte que muchas de estas sales pueden no cumplir con los estándares de yodación.
El especialista comparte algunas recomendaciones claves para garantizar un consumo adecuado de sal yodada en el hogar, así como pautas esenciales para mujeres gestantes y familias con niños.
Estas acciones simples pueden marcar la diferencia en la salud tiroidea y el desarrollo de las nuevas generaciones. Toma nota.
Verifica su contenido. Comprueba siempre que la sal que usas en la cocina sea yodada y cuente con la aprobación de la autoridad sanitaria correspondiente.
Cuida su conservación. Mantén la sal en un envase bien cerrado y guárdala en un lugar fresco y seco. La humedad o el calor pueden reducir su contenido de yodo y disminuir su efectividad.
Hazla parte de tu rutina. Incluye la sal yodada de manera habitual en la preparación de tus comidas familiares; su consumo diario es clave para mantener una función tiroidea saludable.
Protege a quienes más lo necesitan. Si estás embarazada o tienes niños pequeños, asegúrate de que reciban controles médicos regulares y consulta con un profesional de salud sobre la importancia del yodo en la alimentación.
Aunque la sal yodada es la intervención más práctica y rentable, también se recomienda una dieta que incluya pescados, mariscos y algas (yuyo o cochayuyo) de origen marino que contienen altos niveles de yodo, y alimentos fortificados, ya que estos pueden aportar yodo adicional. A nivel mundial, la fortificación universal de la sal sigue siendo la medida más fiable para asegurar la cobertura poblacional.
La prevención comienza en casa. Adoptar el uso de sal yodada y promover su consumo responsable en cada familia es una medida sencilla que puede tener un impacto profundo en la salud y el desarrollo de las futuras generaciones.



