¿Por qué el Perú no es un país atractivo para investigaciones clínicas?
Los ensayos clínicos son un mecanismo insustituible en el avance de la ciencia, ya que sirven para comprobar la calidad y eficacia de nuevas opciones de tratamientos o vacunas. Sin embargo, hoy en día, las investigaciones clínicas en el Perú se han reducido en 60% en comparación con la década anterior, de acuerdo con el reporte de Farma. Esto debido a los largos tiempos de aprobación regulatoria, siendo el Perú el tercer país con más demoras a nivel global. Y, según el estudio de Farma, desde el 2021 se han alargado los tiempos de aprobación en más de 245%.
Los procesos de revisión son llevados a cabo por parte de los Comité Institucionales de Ética en Investigación, el Instituto Nacional de Salud (INS) y la DIGEMID.
En el reporte de Farma, se indica que el Perú tiene un periodo de revisión total de 3 a 6 meses, mientras que en otros países de la región como Chile o Argentina tienen un promedio de periodo de aprobación de 2 meses y medio, y 26 días, respectivamente.
Para Ángela Flores, directora ejecutiva de ALAFARPE, el Perú tiene potencial para mejorar el indicador de número de ensayos clínicos autorizados y ampliar su participación en Investigación Clínica, y finalmente beneficiarse de las ventajas de esta actividad. Por ello, es vital reducir el tiempo de aprobación en un 30%.
¿Cómo impactaría positivamente el incremento de ensayos clínicos en el Perú?
La investigación clínica se compone de ensayos clínicos que son estudios científicos altamente controlados y realizados en personas voluntarias. Los objetivos de estos ensayos son desarrollar nuevos medicamentos para cubrir las necesidades médicas, identificar las causas de la enfermedad, estudiar sus tendencias genéticas y proveer conocimiento de ello a la comunidad médica.
Se sabe que, con el aumento de ensayos clínicos, el país podría llegar a percibir más de 60 millones de dólares al año; sin embargo, existen otros beneficios importantes tales como:
– El acceso a terapias innovadoras para pacientes con enfermedades raras o huérfanas.
– Nuevas alternativas de tratamiento para pacientes con enfermedades: Fibrosis pulmonar, cáncer, enfermedades pediátricas.
– La capacitación continua de profesionales de la salud que desarrollan este tipo de actividad, lo que permite una mejora de sus capacidades profesionales y científicas.
– La cobertura de los costos de nuevos medicamentos, exámenes de laboratorio, imágenes y demás diagnósticos, lo que se traduce en ahorro para las instituciones, tanto públicas como privadas.