Plane Swap, la hazaña histórica de la aviación y el paracaidismo
Por primera vez en la historia, los miembros de Red Bull Air Force y primos Luke Aikins y Andy Farrington tomarán sus dos aviones Cessna 182 y los lanzará en picada sincronizada a 4,000 m (14,000 pies), detendrán los motores, mientras que un freno de aire fabricado a medida mantendrá los aviones en una velocidad de descenso controlado de 225 kph. Luego, los pilotos saldrán de sus aeroplanos dejándolos solos, y se lanzarán de paracaídas en tándem hacia el avión del otro, cruzándose en el aire y recuperando el control, antes de realizar un aterrizaje seguro, todo en menos de 1 minuto para completar Plane Swap.
Esta es la primera vez en la historia de la aviación que un piloto despegará en un avión y aterrizará en otro. El concepto es una creación de Akins que se inspiró en una foto de la década de 1990 de una publicación de aviación. La carrera de Aikin lo ha convertido en un aclamado paracaidista con más de 21,000 saltos, en piloto de aviones/helicópteros comerciales, innovador y entrenador; y consultor en la legendaria misión Red Bull Stratos de 2012.
Aikin, nativo de Washington, siempre está buscando formas de utilizar la ciencia y la ingeniería para impulsar el deporte a nuevas alturas.
En el 2016, estableció un nuevo récord mundial al caer en caída libre desde la altura de la troposfera media a 25,000 pies sin paracaídas, aterrizando en una red de 30m x 30m cuidadosamente construida para la ocasión. Esto es solo uno de los tres récords mundiales que sostiene.
Mientras tanto, Andy Farrington, originario de Texas y nativo de Washington, nació para volar. Criado en una familia de paracaidistas, su madre Jessie, hizo unos 100 saltos con Andy en el útero. Andy hizo su primer salto en tándem a los 12 años, saltó solo a los 16 y desde entonces se ha convertido en el rey de los cielos, acumulando más de 27,000 saltos, 1,000 saltos BASE y 6,000 horas como piloto.
Se han invertido horas de investigación y desarrollo en las modificaciones necesarias para garantizar que el proyecto sea posible con el ingeniero aeronáutico de renombre mundial, el Dr. Paulo Iscold, para actuar como ingeniero principal y resolver el problema de cómo producir un descenso vertical controlado. Exactamente lo contrario de cómo están diseñados los sistemas para funcionar con piloto automático.
Esto requirió la ingeniería inversa de la mecánica del piloto automático y resultó en un sistema de frenos de aire diseñado instalado en el vientre del avión que los mantendrá a una velocidad de descenso controlado a 225 kph (140 mph) lo cual se acerca mucho a la velocidad de descenso.