Lactancia materna: La mejor manera de nutrir a tu bebé

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la lactancia materna es vital para la nutrición de los niños a lo largo de toda la vida y, por eso, se recomienda fomentar esta práctica para beneficiar la salud de los bebés de todo el mundo. Sin embargo, muchos aún reciben alimentos o líquidos complementarios desde su primer mes de nacido como leche de vaca u otros alimentos.

Leche materna vs. leche de fórmula

Ambas leches brindan energía, hidratación y nutrientes al lactante. Sin embargo, la fórmula no ofrece los beneficios para la salud que ofrece la leche natural proveniente de las madres. El Dr. Manuel E. Baldeón, profesor de la escuela de Medicina de la Universidad Internacional del Ecuador (UIDE) y miembro del Instituto de Ciencias del Glutamato en América del Sur (IGSSA) comenta que, «la leche materna es el alimento perfecto para los seres humanos cuando son bebés, ya que permite desarrollar cerebros más complejos y sistemas digestivos e inmunitarios únicos», afirma el especialista.

¿Qué componentes tiene la leche materna?

Contiene bacterias benéficas y carbohidratos complejos, que funcionan como probióticos y prebióticos, contribuyendo al desarrollo del lactante, y los cuales no están presentes en las leches de fórmula. Un componente que tiene mayor concentración en la leche humana y que también tiene un impacto positivo en el crecimiento saludable en los infantes, es el glutamato, representando cerca del 20% de su composición.

«El glutamato libre que se produce en el cuerpo humano juega un papel esencial en el metabolismo. Además, al tener grandes cantidades de glutamato; es decir, contiene el estímulo que permite sentir el sabor umami, podemos decir que la primera conexión del ser humano con el mundo sensorial se hace a través del 5to gusto básico por la presencia de glutamato libre en la leche humana», afirma el especialista.

¿Sabías que la alimentación de la mamá afecta el sabor de la leche materna?

«Curiosamente, el sabor en la leche materna tiende a variar según la nacionalidad, debido a la dieta de la madre. Por ejemplo, la leche materna japonesa puede tener un toque de sabor de salsa de soja o sopa de miso, mientras que la leche materna italiana puede tener un sabor más parecido al tomate y al queso parmesano», destaca el doctor.

Como recomendación, el especialista comenta que es importante que la mamá coma una variedad de alimentos durante esta etapa, ya que cambiará el sabor de la leche materna, lo cual expondrá al bebé a distintos sabores, que pueden ayudarle a aceptar alimentos sólidos con mayor facilidad más adelante. Sin embargo, es importante hacer las consultas respectivas al médico de cabecera para un asesoramiento en alimentación y nutrición personalizado.

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