La vacunación, una vía eficaz para mejorar la salud pública
En el actual contexto de pandemia global, las vacunas contra el COVID-19 han tomado un rol protagónico, pues representan la esperanza del mundo de lograr inmunidad frente a esta enfermedad.
La vacuna es un medicamento biológico, preparado de antígenos procedentes de microorganismos patógenos (microbios muertos de cepas virulentas o vivos de cepas atenuadas), cuya finalidad es la creación de anticuerpos que reconozcan y ataquen a la infección y, por lo tanto, produzcan la inmunidad del organismo inoculado.
La vacuna suele consistir en dosis muy pequeñas del propio agente (forma inactiva o atenuada) que origina la enfermedad, por lo que provoca la creación de anticuerpos que permanecen en el organismo y lo protegen en el caso de futuros contagios.
Pedro Abad, Director Médico Corporativo de MAPFRE, confirma que la inmunización es una intervención altamente costo efectiva que salva muchas vidas, cuyo objetivo es el control y potencial eliminación de enfermedades inmunoprevenibles, para mejorar la salud de la población.
La clave del fin de la pandemia
El COVID-19 aún no tiene un tratamiento eficaz para su cura. Pero existen vacunas en investigación y otras que ya se están proporcionado a millones de personas en el mundo para enfrentar esta pandemia. Su eficiencia ha sido respaldada por estudios científicos y médicos y sus grados de eficacia comprobados por las fases necesarias de estudio.
Cabe destacar que todas las vacunas autorizadas son sometidas a estrictas pruebas y siguen bajo constante evaluación tras su comercialización. La principal arma para erradicar el COVID-19 es la inmunización.
La historia demuestra que la vacunación es una vía eficaz para intervenir en salud pública ya que se han logrado erradicar enfermedades letales.
Los riesgos de no vacunarse
Las campañas antivacunas existen desde el siglo XIX y se basan en un informe desacreditado por la comunidad médica. Este movimiento ha evidenciado la desinformación que ha traído severos retrocesos en terrenos que ya se consideraban ganados en la salud global.
Cuando una alta proporción de la población se vacuna ayuda a prevenir la propagación de la enfermedad, lo cual protege a quienes no han desarrollado la inmunidad o no pueden ser vacunados. Eso se conoce como inmunidad de rebaño o de grupo y cuando se rompe existe un riesgo para la población.