La responsabilidad social en plena pandemia

El impacto económico, social y emocional que ha generado la crisis sanitaria, ha logrado que el concepto de responsabilidad social tenga una nueva mirada, orientada a que las empresas asuman un rol proactivo y contribuyan con sus trabajadores dijo José Ventura, profesor de la carrera de Administración y Marketing de la Universidad ESAN.

En el corto plazo las empresas deben mantener el pago a sus colaboradores, en relación a sus ingresos, y mantener los protocolos de asistencia, preocupándose por el bienestar de los trabajadores ante un posible contagio por la COVID-19.

En los últimos meses algunas organizaciones han demostrado su compromiso adquiriendo balones de oxígeno, para atender a sus trabajadores ante cualquier emergencia por contagio o han contratado personal de salud poniendo a disposición de sus colaboradores, esto demuestra la responsabilidad social de algunas empresas en esta crisis.

La responsabilidad social en tiempos de pandemia debe tener tres dimensiones; la económica, manteniendo los ingresos económicos de sus colaboradores, así como la emocional y la nutricional.

Otra de las funciones que deberían desarrollar las empresas es elevar la moral de los trabajadores, la pandemia cambió el estilo de vida de las personas; el confinamiento, el uso de mascarillas, el lavado de manos, pero sobre todo el temor a perder lo logrado y el aumento de la conflictividad familiar producen altos niveles de estrés emocional. Por ello, pensar en la salud mental de las familias de los colaboradores es fundamental. Por ejemplo, brindarles programas de apoyo a través del internet, con temas para la familia; manejo de emociones, terapias de reducción de la ansiedad y depresión, o simplemente orientación familiar, contribuyen a enfrentar la crisis.

Y la otra dimensión es contribuir con temas nutricionales, ejercicios físicos, entre otros, para evitar el sedentarismo, tanto por temas de salud, pero sobre todo por temas de cambio de hábito, es importante que la empresa brinde programas de orientación y protocolos de rutinas saludables. Por ejemplo, una empresa ha dado a sus trabajadores facilidades para la compra de bicicletas y está creando un protocolo de reforzamiento para este nuevo comportamiento. Que sin duda beneficiará al colaborador, a sus familias, a la empresa y a la sociedad.

En cuanto al presupuesto de responsabilidad, como todos los que se hicieron en el 2019, se han reformulado. En el tema de RS no pasa por crear una cuenta especial.

La idea es mantener a la empresa con un mínimo de gastos que garantice llegar a un puerto seguro. Invertir en sus colaboradores hoy más que nunca es una inversión. Todas las empresas están priorizando sus gastos, una de ellas debe ser el de atenderlos.

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