
La reparación capilar es clave ante la llegada del otoño
ras una temporada de intenso calor, sol abrasador, cloro de piscinas y agua salada, el cabello comienza a evidenciar los estragos del verano. Sin embargo, el cambio estacional puede agravar aún más el daño si no se toman medidas a tiempo. Por ello, con la llegada del otoño invierno, especialistas de la línea Première de Kérastase recomiendan una rutina de reparación profunda.
Luego del verano, muchas personas notan que su cabello ha perdido fuerza, brillo, elasticidad y suavidad. A ello se suma la aparición de frizz y la dificultad para peinarlo, señales claras del daño acumulado durante los meses de calor, sumado en muchos casos a tratamientos como decoloraciones o alisados. Si no se inicia un proceso de cuidado adecuado al cierre de esta temporada, el daño puede acentuarse con el clima húmedo y las bajas temperaturas del otoño invierno.
Esta nueva estación plantea nuevos retos para el cabello: temperaturas frías, el uso de calefacción y una mayor humedad ambiental, especialmente en zonas como Lima, incrementan la fragilidad capilar. Por ello, una fase de reparación intensiva resulta esencial para restaurar la salud del cabello y prepararlo para las condiciones climáticas del nuevo ciclo.
Contar con una rutina adecuada, acompañada de productos diseñados para actuar desde el interior del cabello, puede marcar una gran diferencia.
La línea Première de Kérastase, formulada con ácido cítrico y glicina, ha sido desarrollada precisamente para ese propósito: reconstruir la estructura capilar, fortaleciendo el cabello desde la raíz hasta las puntas y mejorando visiblemente su aspecto desde las primeras aplicaciones.
¿Cómo lograr una reparación efectiva del cabello?
Una rutina completa para recuperar el cabello dañado incluye:
Limpieza adecuada: Usa un champú suave adaptado a tu tipo de cabello y cuero cabelludo.
Hidratación según el grosor del cabello: Aplica mascarilla si tu cabello es grueso y fondant si es delgado; ambos hidratan y reparan, pero varían en textura e intensidad.
Hidratación intensiva: Realiza tratamientos una o dos veces por semana e incorpora sérums o aceites para potenciar la reparación y el brillo.
Protección térmica: Antes de usar secadores o planchas, aplica siempre un protector térmico.
Menos calor, más naturalidad: Deja que el cabello se seque al aire siempre que sea posible y limita el uso de planchas o rizadores.
Cepillado suave: Utiliza cepillos de cerdas naturales y evita cepillar el cabello mojado para reducir el quiebre.
Cortes periódicos: Recorta las puntas cada 6 a 8 semanas para eliminar las puntas abiertas.
Buena alimentación: Sigue una dieta rica en frutas, verduras, proteínas y grasas saludables para fortalecer el cabello desde el interior.
Fórmulas reparadoras: Refuerza tu rutina con productos que actúen desde el interior de la fibra capilar.