La importancia del control de estabilidad para tus viajes en auto
Se acercan los feriados por Semana Santa, días en los que muchas personas aprovechan para salir de viaje con su auto. Pero ¿sabías que existe un asistente electrónico capaz de hacer tus viajes más seguros?
Se trata del Control Electrónico de Estabilidad (ESC, por sus siglas en inglés), un asistente que se encarga de proteger a los ocupantes ante un eventual derrape del vehículo, devolviendo al conductor el control total del volante. ¿Cómo puede el control de estabilidad brindarte seguridad en tus viajes por carretera? A continuación, te lo contamos.
¿Qué es el control de estabilidad?
El Control Electrónico de Estabilidad (ESC) es un asistente que pertenece a la seguridad activa de un automóvil. Esto quiere decir que el sistema actúa durante la fase de prevención de cualquier accidente, mitigando las consecuencias que podría generar un eventual despiste del conductor.
¿Cómo lo hace? Es sencillo. El control de estabilidad trabaja en conjunto con otros sistemas del vehículo, como los frenos ABS y el control de tracción. Cuando el sistema detecta un posible despiste, este empieza a frenar individualmente la rueda o ruedas necesarias con el fin de devolverle el control total del auto al conductor. En términos más simples, el control de estabilidad identifica situaciones de riesgo con el fin de evitar derrapes cuando las ruedas posteriores se deslizan hacia el exterior (sobreviraje) o cuando esto sucede en el eje delantero (subviraje).
La participación del control de estabilidad
El control de estabilidad actúa, básicamente, cuando hay pérdida de control del auto. Supongamos que en los feriados por Semana Santa vas conduciendo por la Panamericana Sur y encuentras un obstáculo que tienes que esquivar rápidamente.
La acción que realizarás será la de girar el volante para poder evitar este obstáculo. Es en este momento en que el auto, es cierto, podría responder a tu maniobra. Esto, en función a la velocidad, peso o adherencia de los neumáticos.
El problema es que girar el volante rápidamente, debido a los factores mencionados líneas arriba, podría hacerte perder el control del auto. En este momento entra a actuar el control de estabilidad.
Por lo general, en el centro del chasis se encuentra un sensor capaz de medir el ángulo de giro del auto sobre su eje vertical. Los datos que recoge este sensor, sumado a los que detectó el sensor del volante, son enviados a la unidad de control.
La unidad de control, al conocer el grado de giro que le demanda al conductor y el que realmente está tomando el auto, empieza a medir estos datos a un ritmo de 25 veces por segundo.
Si la unidad de control detecta una incoherencia en las cifras recogidas, enviará una señal con el fin de, precisamente, activar los frenos de las llantas, pero de manera independiente. Esto, claramente, con el propósito de evitar que derrapes en la carretera.
Ahora, si esto no es suficiente, el control de estabilidad también puede actuar sobre la potencia del motor, regulando la velocidad con el fin de que el conductor pueda recuperar la trayectoria.
La importancia de la seguridad en tus viajes por carretera
La seguridad es uno de los pilares más importantes para Volkswagen, así que, con ayuda de la tecnología, ha implementado una serie de asistentes que se encargan de apoyar al conductor en cualquier momento.
Por ello, el control de estabilidad (ESC) se puede encontrar en varios modelos de la gama de Volkswagen, entre los que se encuentran:
– Taos
– Nuevo Tiguan
– Virtus
– T-Cross
Es importante mencionar que los vehículos de Volkswagen no solo se caracterizan por su seguridad, sino también por su gran equipamiento y tecnología de punta, elementos que le darán a tu viaje el placer que tanto buscabas. Conoce más de nuestra gama en www.volkswagen.com.pe