La combinación bienestar y turismo, una alternativa para el sector
Para nadie es un secreto que el turismo libra una de sus crisis más fuertes en décadas, donde la industria, sus líderes y expertos buscan la manera de hacerle frente para salir adelante y superar la problemática lo más pronto posible. Según datos de la Organización Internacional del Turismo, durante el primer trimestre de este año el sector ha visto una contracción de 22%, con 67 millones menos de turistas internacionales, lo que se traduce en 80,000 millones de dólares en pérdidas.
Ostelea, Escuela de Management en Turismo, desarrolló el informe Mindful(ness) y turismo: viajes para cuidarnos, en el cual explica esta modalidad que promete ser una alternativa diferente de turismo, sobre todo para quienes manejaron altos niveles de estrés durante la pandemia. El análisis indica que la palabra mindfulness hace referencia a la práctica de ser consciente del cuerpo, los pensamientos y las emociones en el momento presente. Lo cual implica, por una parte, tener conciencia de la experiencia que se está viviendo, y por otra, mantener una actitud de principiante, es decir, de interés y curiosidad.
En el ámbito turístico, algunas investigaciones destacan la necesidad de integrar los beneficios del mindfulness a diversas experiencias turísticas. Esta propuesta podría resultar especialmente útil para minimizar los efectos negativos de determinados imprevistos o de circunstancias que entorpecen la atención consciente durante el viaje.
A su vez, otros estudios comienzan a vislumbrar las potencialidades del e-mindfulness, incorporando la utilización de tecnologías digitales para mejorar la experiencia del usuario lo que, en su conjunto, permite intuir que desde el sector comienzan a explorarse las diferentes aplicaciones del mindfulness y las ventajas que puede ofrecer.
Si bien no es nuevo el hecho de viajar con el propósito de realizar retiros, meditaciones y otras actividades que en mayor o menor medida tienen un componente de espiritualidad, resulta lógico que de manera más frecuente se creen o adapten ofertas turísticas que tienen a la meditación como eje central de la atención como uno de sus principales atractivos. Otro elemento significativo de este tipo de oferta es que ya no es un atractivo exclusivo del Oriente. La meditación basada en mindfulness, si bien tiene sus raíces en meditaciones orientales, puede afirmarse que se ha occidentalizado y carece de connotaciones religiosas.
Al respecto, Sheila Sánchez Bergara, Directora del Grado en Turismo y Ocio de Ostelea, detalló: «Buena parte de la oferta específica de mindfulness se fundamenta en el programa de reducción del estrés basado en la atención plena, conocido por sus siglas en inglés como MBSR. Sin embargo, también pueden encontrarse como parte de retiros, sesiones de meditación, servicios extras en hoteles, balnearios o spas o incluso, algunas aerolíneas lo han incorporado como parte de sus contenidos de entretenimiento».
Sánchez agregó que el mindful travel o viaje consciente, en opinión de Jimmy Pons, cofundador de Mindful Travel Destinations, hace referencia a aquella oferta turística que procura, por una parte, el bienestar de los turistas, los residentes y los trabajadores del destino, y por otra, el bienestar del planeta y del entorno específico en el que se están ofertando los productos y servicios.
Respecto a la tipología de productos y servicios, la oferta va ampliándose paulatinamente. Así, es posible disfrutar desde los shinrin yoku (baños de bosque), práctica procedente de Japón y que forma parte de la medicina tradicional hasta experiencias gastronómicas como la macrobiótica y flexivegana, así mismo los programas suelen incluir: charlas cortas, ejercicios experienciales, meditación, discusión grupal y prácticas en entornos naturales. Hay opciones de planes entre tres y cinco días.