Industrial Edge, la oportunidad energética de los negocios

La automatización de procesos en las empresas es un segmento clave a la hora de iniciar una transformación digital. Pues si bien la disminución de errores facilita el desarrollo del negocio, se necesita el factor humano para analizar los datos o revisar que esta automatización se desarrolle de manera adecuada.

En el sector de las telecomunicaciones, la automatización es necesaria, sin embargo, hay un factor que es aún más importante y es la disminución de la latencia, lo que se traduce en la llegada en tiempo real de los datos emitidos de un punto a otro. Y es que un claro ejemplo de ello es la transmisión de información, con lo cual, los usuarios esperan tener una respuesta inmediata.

Según un estudio realizado por la firma IDC, en América Latina, la tecnología del Edge Computing abarcó casi el 7% del gasto de las empresas en tecnología. Esto, logrando impactar innovaciones como vehículos autónomos, robótica, realidad aumentada, Internet de las Cosas (IoT) e Inteligencia Artificial (IA). Para 2024, se espera que el crecimiento del uso de esta tecnología alcance el 16%.

«El Edge Computing tiene variaciones y enfoques según la necesidad del negocio. Por ejemplo, encontramos el Cloud Computing, el Industrial Edge, entre otros. Esto varía entre la necesidad de impactar e interoperar distintos dispositivos como los centros de datos, además de la automatización de distintos procesos», explica Guilherme Araujo Guedes, Líder de Commercial & Industrial para SAM, en Schneider Electric.

Edge Computing, una oportunidad energética

Las empresas pueden encontrar soluciones que pueden implantar para garantizar el futuro de sus instalaciones de edge computing, abordar las preocupaciones medioambientales y las necesidades de seguridad, y mitigar los riesgos de los tiempos de inactividad.

Para ello, Guilherme Araujo Guedes, explica los dos objetivos clave que incluyen estas soluciones:

Implantar una supervisión eficaz. No todas las soluciones remotas son iguales, y no todas son eficaces. Una monitorización remota eficaz permite a las empresas proteger su inversión en equipos informáticos al tiempo que se defienden de los ciberataques lanzados desde esas instalaciones de Edge. Esto suele incluir sensores y la supervisión de diversos atributos ambientales, temperatura, humedad, fugas de agua, así como la integración de sensores de terceros para ampliar las opciones.

Poner un mayor énfasis en la ciberseguridad. Con el aumento de los ataques de ransomware en un 92,7% en 2021 en comparación con los niveles de 2020, es aún más vital que nunca garantizar que ningún usuario no autorizado pueda acceder a su equipo de TI. Esto incluye una gran atención a la seguridad física: por ejemplo, tener cámaras que supervisan continuamente el entorno informático o exigir registros de auditoría continuos para identificar a cualquier persona que pueda haber tocado cualquier rack de TI.

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