Errores que arruinan tu maquillaje en verano y cómo evitarlos

El verano es temporada de sol, eventos sociales, celebraciones al aire libre… y también de desafíos para el maquillaje. Las altas temperaturas, la humedad y el sudor natural de la piel pueden arruinar en minutos incluso el maquillaje más trabajado si no se aplica correctamente o si se usan productos inadecuados.

“Uno de los errores más comunes es no preparar la piel antes de maquillar. Muchas personas aplican base directamente sin limpiar ni hidratar, lo que hace que el maquillaje se cuartee o se derrita con el calor”, advierte Lorena Torres Maldonado, docente del Programa de Maquillaje del Instituto Carrión.

Según la especialista, es habitual abusar de productos pesados o cremosos, como bases densas o correctores espesos, que con el calor se deslizan, marcan líneas de expresión y generan un acabado pesado poco favorecedor. Por eso, en verano se recomienda apostar por texturas ligeras, fluidas y libres de aceite, que permitan a la piel respirar.

Otro error frecuente es sellar mal el maquillaje: "No sellar puede hacer que todo se mueva, pero aplicar polvo en exceso también lo vuelve pastoso cuando hay sudor. Lo ideal es sellar solo en zonas clave: frente, nariz, mentón y debajo de los ojos", señala.

Torres aconseja tener precaución con bases de alta cobertura, máscaras de pestañas no waterproof, labiales muy cremosos o full matte, y aceites faciales durante el día. También desaconseja polvos muy pesados que no sean micronizados, ya que pueden apelmazarse en condiciones de humedad.

Preparación y técnicas que sí funcionan

Una piel limpia e hidratada, con un primer adecuado al clima, es la base de todo maquillaje duradero. Los productos en crema (como rubores o sombras) se adhieren mejor en climas cálidos, y el spray fijador de larga duración es un aliado indispensable para eventos largos o exteriores.

Además, existen técnicas profesionales que ayudan a fijar el maquillaje sin sobrecargar la piel:

- Piel blindada, que combina capas finas y sellado estratégico.
- Esponja húmeda, que permite una aplicación más ligera y uniforme.
- Técnica del sándwich, con productos en crema y polvo en capas alternadas.

Para el día a día, lo mejor es optar por un look ligero, rápido y natural, con productos como BB cream, CC cream o bases livianas. Para eventos, se requiere un acabado más definido y duradero, con capas estratégicamente aplicadas, mayor uso de selladores y un acabado semi mate, especialmente en la zona T.

"El maquillaje diario debe ser fresco, luminoso y sin exceso de polvo. Para eventos, se busca mayor fijación, definición y duración, sobre todo si hay movimiento, fotos o exposición al clima", concluye la docente del Instituto Carrión.

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