Entre 30% y 40% de trabajadores contagiados con COVID-19
De acuerdo a cifras del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), el sector Construcción se contrajo en 37,66% entre enero y julio. El menor avance físico de obras se registró en los tres ámbitos del gobierno; en el Gobierno Local (-54,2%), Nacional (-40,7%) y Regional (-38,9%). También disminuyó el número de obras de infraestructura vial (puentes y carreteras), edificios no residenciales, obras de servicios básicos (agua y desagüe) y obras de prevención de riesgo.
Si bien el sector se recupera lentamente -los índices continúan siendo negativos pero mejoran ligeramente mes a mes- aún existen diversos factores que retrasan la recuperación del sector. Uno de ellos es la falta de personal para las obras que ya han logrado reiniciarse.
«El sector se está reactivando paso a paso pero hay muchas obras que están todavía paralizadas. Nosotros, por ejemplo, estamos contratando gran cantidad de personal obrero. Pero en un muestreo típico de 100 obreros, como parte de su examen médico, entre el 30% y 40% sale positivo a la prueba COVID. Por eso tenemos problemas para llegar a la meta. Se nos restringe la mano de obra y tenemos que trabajar con 60% o 70% del personal que la obra requiere», sostiene Eduardo Sumarriva, especialista en gerenciamiento de proyectos y administración de contratos.
La toma de pruebas rápidas para detectar el coronavirus en el personal de construcción es solo una de las medidas que el gobierno ha tomado, a través del Decreto Legislativo Nº 1486 y la Directiva N° 005-2020-OSCE/CD, publicados en mayo, para modificar la Ley de Contrataciones con el Estado y reactivar así el sector Construcción de forma segura.
Para el especialista, los cambios a la norma han tenido intenciones e ideas positivas, como la bonificación del 5% de puntaje para las micro y pequeñas empresas que participen en procesos de adjudicaciones simplificadas. Sin embargo, no han sido suficientes, pues los cambios a la norma han abierto vacíos legales que generan conflictos entre las empresas de construcción y las entidades estatales que licitan obras.
Pese al cumplimiento de las diversas exigencias de la norma -como el lavado de manos constante en la obra, desinfección del calzado, entrega de los implementos de seguridad como mascarillas, caretas y uniformes, adecuación de los campamentos de obra a las nuevas medidas de bioseguridad, etc.- muchas empresas se ven obligadas a paralizar sus obras debido a estos vacíos legales.
A esto se suma la falta de inversión y liberación de paquetes de obras en el sector público, a nivel de gobiernos regionales y municipios en todo el país. La única manera en que el sector Construcción se pueda reactivar, y generar empleos y beneficios para el país, es abriendo los paquetes de obras en todo el país que ya están proyectados: construcción de carreteras, hospitales, centros educativos, etc. Muchos de ellos se encuentran hoy con procesos de licitación paralizados.