En el desierto más árido del mundo, un oasis bajo las estrellas

Desde Calama y llegando a San Pedro de Atacama, es un lodge escondido que sólo algunos, los más entendidos, conocen; Nayara Alto Atacama es su nombre. Rodeado por la Cordillera de la Sal y la antigua fortaleza del Pukara de Quitor, este hotel de lujo invita a conectar con la naturaleza, descansar y disfrutar de los cielos más despejados de Chile.

Una joya en el desierto

Recientemente renovado, Nayara Alto Atacama recibe a sus huéspedes por caminos inhóspitos y áridos que adelantan la estética de lo que se avecina. Al llegar, las fachadas del hotel color terracota se funden con las tonalidades de la naturaleza que la rodea. Es una primera impresión inolvidable.

Al ingresar, todo se siente como en casa. Una cálida recepción realizada por expertos personalizará la estadía de acuerdo a las necesidades y a los intereses de cada huésped.

En la intimidad, Nayara Alto Atacama ofrece elegantes y espaciosas habitaciones con una tranquilidad sublime. Toques de la cultura local por doquier y objetos de macramé en las paredes que se complementan con las amenidades que se ofrecen.

En cuanto a su gastronomía, toma la base de la cocina del norte chileno -maíz, harina y carne- que se combinan con vegetales típicos de la zona, algunos de ellos, provenientes del mismo Jardín Andino del hotel, para así ofrecer una cocina fresca, ligera y sabrosa que va de la mano del sublime terreno del desierto. Se trata de una gastronomía con mayor presencia de platos locales, que resaltan tradición y sencillez, todo maridado con la mejor selección de vinos del mundo.

Y para quienes aman la aventura, increíbles panoramas. Los llanos y cañones del Desierto de Atacama son una invitación irresistible para hacer hiking por paisajes lunares y explorar lagunas y salares. Los más osados, cuentan con rutas para ciclismo por quebradas y llanos con diversidad de flora y fauna.

El tiempo en Nayara Alto Atacama promete ser extraordinario.

Artículos relacionados

Back to top button