Empresas no realizan implementación de políticas de salud mental
A finales del 2019, el Estudio de Tendencias de Salud Mental Regional de Mercer Marsh Beneficios destacó que, en el Perú, el 87,27% de las empresas no ha realizado una implementación de políticas de promoción, atención y rehabilitación en salud mental de sus colaboradores.
Según Claudia Espinoza, Consultora Senior de Psicología Ocupacional de Marsh, «el estigma y el temor a las posibles consecuencias en el trabajo, siguen siendo importantes barreras para generar conciencia, prevención y atención en salud mental de los empleados en el país y la región».
La Ley de Salud Mental (N°30947) y su reglamento D.S. N°007-2020-SA, indican que en el Perú se debe asegurar el acceso a todas las personas a las acciones de promoción, prevención, atención y rehabilitación en salud mental, sin embargo, el 31% de las empresas no ha implementado herramientas de medición, y el 76% desarrolló estrategias solo por razones regulatorias, evidenciando la falta de concientización sobre el real impacto de la salud mental de los empleados.
Salud mental y continuidad de negocios en tiempos de COVID-19
Una de las medidas más drásticas para tratar de contener la expansión del coronavirus ha sido el confinamiento de millones de personas en sus hogares. Esta situación ha puesto a prueba la resiliencia de las organizaciones, sus planes de continuidad de negocio y su capacidad para proteger la salud física y mental de sus empleados.
El contexto de emergencia nacional actual genera estímulos que provocan estrés en el trabajador, quien se encuentra frente a una situación de preocupación por temas de salud, preservación del empleo, aspectos financieros y continuidad laboral. Este efecto estresor impacta en las organizaciones; algunas podrán adaptarse rápidamente y otras se mantendrán desadaptadas, poniendo en peligro su sostenibilidad holística. Al respecto, Marsh comparte las siguientes recomendaciones:
– Comunicar y mantener actualizada la información sobre el plan de respuesta ante la pandemia.
– Brindar recomendaciones y capacitaciones aprovechando la tecnología (higiene, salud y seguridad en el trabajo remoto, alimentación saludable, actividad física y cuidado del sueño).
– Difundir los programas corporativos, convenios, líneas gubernamentales y mensajes desde las gerencias que generen un liderazgo que transmita confianza y tranquilidad.
– Utilizar los medios de comunicación para maximizar mecanismos de resiliencia culturales (cohesión familiar, mecanismos sociales, afrontar la crisis con propósito o ayuda a título individual).
– Establecer programas de apoyo al empleado (PAE)
– Brindar soporte psicológico en línea para empleados afectados por COVID-19.