El triunfo de las plataformas digitales
La mayoría de las veces, la frase el futuro es incierto, es correcta cuando se intenta planificar una estrategia para enfrentar el porvenir. Sin embargo, en nuestra industria de tecnologías corporativas, esa afirmación podría ser relativa.
Hoy tenemos claridad de lo que depara el futuro, del escenario en el que se desenvolverán las empresas digitales, y por lo mismo, es que debemos prepararnos para lo que viene; modelando nuestros negocios, construyendo una cultura organizacional resiliente, y aprovechando los beneficios principales de las nuevas tecnologías en esta era de la Transformación Digital.
La crisis generada a partir de la pandemia de Covid-19 favoreció la Aceleración Digital, permitiendo que el salto cuantitativo proyectado para realizarse en unos años, se concretara en sólo seis meses. Es así como la robótica, la Inteligencia Artificial, y la IoT han fortalecido la innovación empresarial. Hemos visto que, en el marco de esta crisis, la tecnología se ha consolidado como la herramienta fundamental para adaptarse a una nueva forma de entender la normalidad, ésta que aún no hemos definido con precisión.
Estamos siendo testigos de la forma en que el plano físico se ha transformado en uno organizado a partir de redes y plataformas digitales de colaboración, en comunicaciones e intercambio de información, desde y hacia diferentes puntos; más allá de las distancias o fronteras.
Vivimos rodeados de plataformas, estudiamos virtualmente y, en definitiva, usamos plataformas para satisfacer nuestras necesidades laborales, profesionales y sociales. Este comportamiento es clave, ya que revela el inmenso potencial de integración que ofrecen los sistemas basados en plataformas, y además, muestra su relevancia dentro de los modelos de negocios.
Con esta información sobre la mesa, y tal como la analizamos en el CenturyLink Forum Latin America 2020 (organizado por Lumen), la manera más efectiva de anticipar el futuro es creándolo, entendiendo el impacto estratégico de las nuevas tecnologías e ideas innovadoras en el mundo.
Los negocios resilientes, frente a circunstancias de incertidumbre, toman una actitud de máxima determinación. Los colaboradores, el líder y los equipos debemos emprender juntos esta transformación.
Ahora, bien, para enfrentar el futuro ayudados en que sabemos lo que nos depara el horizonte de desafíos empresariales, existen tres tendencias que debemos considerar para fortalecer nuestros negocios digitales. De hecho, estas directrices se encuentran en el centro de lo que entendemos como Aceleración Digital.
La primera es la Hiperautomatización, pero no debemos entenderla como una simple expansión de la automatización robótica de procesos, sino como el resultado de la combinación de las herramientas de automatización, las plataformas y el Machine Learning.
El foco estará en los procesos, en cómo descubrir, analizar, diseñar, automatizar, medir, monitorear, reevaluar; y en cómo estos se relacionan entre sí. Esto permitirá a las organizaciones alcanzar nuevos niveles de automatización de tareas, agilizando procesos cada vez más complejos, y con ello, generar ahorros sustanciales en las industrias.
La segunda tiene que ver con el potencial de la 5G y su masificación en todas partes. Esto representa una fuerte apuesta para los proveedores de infraestructura en telecomunicaciones. En lo que respecta a la experiencia de los usuarios, consumidores y organizaciones, significará un salto superlativo en ancho de banda, velocidad de conexión y transmisión de datos, todo prácticamente en tiempo real.
La tercera está relacionada a la revolución que experimentarán nuestras clásicas redes WiFi, pasando al nuevo estándar WiFi 6. Con este avance, la velocidad de descarga debería incrementarse al menos tres veces. Esto, sumado a su mayor capacidad para proporcionar una conexión eficiente y sostenida a un número muy superior de dispositivos en forma simultánea, permitirá satisfacer las nuevas y más complejas exigencias en IoT y automatización de entornos corporativos.
Como empresas tecnológicas debemos prepararnos y trabajar para el cambio. Esto implica priorizar la acción y los resultados.
Si queremos avanzar hacia el siguiente nivel, debemos modificar nuestros antiguos paradigmas, y transformarlos en nuevas formas de encarar las exigencias de una industria dinámica y exigente. Este cambio requiere progresar con un propósito en común, que es construir una cultura colaborativa de resiliencia en nuestros negocios, con una visión compartida respecto del futuro.