El mal aliento, un problema de impacto social

La halitosis, más conocida como mal aliento, ese olor desagradable u ofensivo procedente de la cavidad bucal, tiene su origen en la boca en un 87 por ciento, un 41 por ciento cuando la lengua presenta una capa blanca en la superficie, en un 31% si el paciente sufre gingivitis, la enfermedad que inflama las encías y en un 28% si padecen periodontitis, que ya es una grave infección de las encías que daña el tejido blando y que, sin tratamiento, puede destruir el hueso que sostiene los dientes. En otros casos, en menor porcentaje tiene su origen en un 8 por ciento en las vías nasofaríngeas.

«Este mal aliento lo producen microorganismos orales que eligen como hábitat el dorso posterior de la lengua, la saliva, las superficies del diente o la bolsa periodontal y que cuando se acumulan originan ese mal olor en la cavidad oral», afirma Jesús Ochoa, director de las clínicas Multident.

Esta condición puede darse en algunas personas que padecen enfermedades sistémicas, alteraciones hormonales, por el estado de las vías respiratorias o digestivas que pueden estar alteradas debido a que el paciente lleva una medicación por otro tema en su salud, en ese sentido es importante que un especialista determine las causas y recomiende el tratamiento para cada caso.

Además, el especialista señala que puede ocurrir que los pacientes son conscientes de que tienen halitosis, incluso en otros casos no toman conciencia de su mal olor bucal, y darse la posibilidad que la preocupación y el interés por estos aspectos se vuelven excesivos y obsesivos, llegando hasta perjudicar drásticamente las relaciones sociales, y la autoestima de las personas.

Lo importante es que esta enfermedad puede tratarse empezando por un cambio de hábitos o actitudes para lograr eliminar la flora anaerobia que habita en la superficie posterior de la lengua, donde las bacterias originan compuestos sulfúricos volátiles, como el sulfuro de hidrógeno (que produce un olor a huevos podridos), el metil mercaptano (un olor fecal) o el dimetil sulfuro en cantidades pequeñas.

Entre las recomendaciones que el Dr. Jesús Ochoa le brinda a la población para superar la halitosis están beber más cantidad de agua, comer menos pero más a menudo, además reducir el consumo de café, alcohol y tabaco, llevar sus consultas periódicas con su odontólogo para la prevención e iniciar un tratamiento oportuno de ser el caso.

Las personas que padecen de halitosis pueden superarlo eliminando la placa dental que la ocasiona con diversos tratamientos dentales, periodontales y mejorando su higiene oral para reducir compuestos que provocan ese mal olor, a través del cepillado correcto de los dientes, incluyendo la limpieza de los espacios interdentales así como un enjuague bucal específico que permita eliminar la acumulación de bacterias.

Asimismo, es recomendable incluir en nuestro kit de limpieza bucal un limpiador lingual para llegar a todas las zonas de la lengua y retirar los restos de comida y otras sustancias, así controlar el desarrollo de microorganismos que generen compuestos que ocasionan el mal aliento.

Esta enfermedad bucal ocupa el quinto lugar en incidencia de los casos, que no tiene género, edad ni clase socio-económica. Incluso, lleva a quienes la padecen hasta el punto de taparse la boca al hablar, limitando sus relaciones interpersonales.

En casos extremos desemboca en aislamiento social e incluso, en un trastorno depresivo.

Por ello, como odontólogo, siempre haré hincapié en la importancia de continuar realizando actividades educativas e informativas, a fin de sensibilizar y educar a los padres de familia, jóvenes, niñas y niños en dedicar tiempo a su salud bucal, al correcto cepillado de dientes y la visita periódica a su dentista, la fórmula perfecta para mantener una boca sana.

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