El arte detrás del regalo ideal por el Día del Padre
Se acerca el día del padre y sabemos que será diferente este año, pero aún buscamos esa forma especial de agasajarlos y qué mejor que la variedad de etiquetas y profundidad de aromas y sabores de Johnnie Walker, el whisky escocés número uno del mundo.
Hablar de Johnnie Walker no es hablar de whisky, sino de un estilo de vida, habilidades transmitidas por generaciones y un camino de exploración constante que comenzó en 1820 gracias a un joven emprendedor llamado John Walker. Tras vender la granja de su familia, Walker compró una tienda al oeste de Escocia en la que se especializó por un tiempo en especias y tés importados, hasta que empezó a aplicar sus conocimientos para elaborar sus propios whiskies.
Este espíritu pionero y su incansable deseo de exploración lo llevaron a crear una marca única disfrutada en los cuatro rincones del mundo y un legado que el propio John Walker se encargó de transmitir a su hijo, Alexander I y a las siguientes generaciones de mezcladores.
Desde entonces, generación tras generación, el arte de la mezcla ha sido sinónimo de una marca que siempre ha buscado la mejor calidad en sus destilados. La variedad de etiquetas y profundidad de aromas y sabores son testamento de esto, desde el original Walker’s Extra Special Old Highland whisky, un eterno clásico hoy conocido como Johnnie Walker Black Label, hasta el Johnnie Walker Blue Label, el whisky de lujo que cambió por completo las reglas del juego.
Por eso, y por muchas razones más, regalar una botella de whisky por el Día del Padre es una forma especial de celebrarlos. Sea compartiendo un trago y un momento especial juntos, o cada uno desde su casa destapando una botella y brindando a la distancia, Johnnie Walker ofrece su colección de whiskies y gift boxes para regalarle a papá en su día.