El 13 de abril se celebra el Día Internacional del beso
El 13 de abril se celebra el día Internacional del beso, cuyo origen está en el beso más largo de la historia, que duró 58 horas y que fue protagonizado por una pareja tailandesa durante un certamen.
Un beso romántico, produce una gran sensación placentera, debido en parte a la liberación de endorfina, que puede ser más potente a la acción de la morfina, lo que contribuye a nivelar los niveles de estrés y da una sensación de bienestar. Pero, frente a estos beneficios totalmente recomendables, hay que tener en cuenta el riesgo que besar, puede conllevar para la salud bucodental.
Un estudio holandés, publicado en la revista científica Microbiome, afirmó que un único beso de 10 segundos de duración puede transmitir hasta 80 millones de bacterias. Los resultados del estudio arrojaron que existía una relación entre la composición bacteriana de la saliva y los besos declarados, pero no hallaron ninguna relación entre los besos y las bacterias de la lengua. Remco Kort, autor principal de este estudio declaró que habría que seguir y analizar a las parejas durante mucho más tiempo para determinar cómo influyen los besos en el microbioma.
¿Un beso puede contagiar enfermedades bucales? El odontólogo Iván Malagón da las claves:
Ante estos datos, cabe preguntarse el riesgo de contagio, a través del beso, de enfermedades bucales, como la periodontitis. Aunque la persona con periodontitis puede transmitir bacterias a una persona sana, a través de un beso, eso no implica que la persona a la que se contagia vaya a desarrollar una periodontitis, porque, para que eso ocurra, la bacteria patógena debe colonizar la boca de forma permanente, pero si eso se logra, aún así, serían necesarios otros factores genéticos, microbiológicos o ambientales para que se desarrollara la enfermedad. Si el intercambio de bacterias es constante en el tiempo, como ocurre en el caso de las parejas estables, por ejemplo, sí que puede aumentar el riesgo, a largo plazo, de que se desarrolle la periodontitis en la persona contagiada.
¿Cómo evitar enfermedades bucales a través de los besos?
Lo primero de todo cuidar la higiene oral. La boca es la herramienta clave para los besos y, como tal, hay que cuidar su salud y su aspecto.. Lo principal para una limpieza eficaz es llegar a todos los recovecos de la boca, no solo la superficie de los dientes, es decir, hay que limpiar los dientes, encías y lengua, lo que se consigue utilizando el cepillo y la seda dental, y en ocasiones complementándolo con un colutorio. El colutorio se debe utilizar de manera ocasional y recomendado por el dentista, porque si se utiliza de manera crónica puede favorecer el crecimiento de la placa bacteriana de la boca.
Utilizar un cepillo eléctrico de cabezal pequeño y de dureza media porque este tipo de cepillos al rotar llegan a limpiar mejor y abarcan más superficie dental que los cepillos manuales. La seda dental también es importante, por lo menos una vez al día, porque en las superficies interproximales, es decir, entre los dientes, el cepillo no llega y es una zona donde se almacenan muchos restos de comida que es importante limpiar.
La lengua es una de las grandes olvidadas en nuestra higiene bucal diaria, y es un elemento muy importante en nuestra boca que también almacena restos de comida y alimentos. Para mantenerla limpia se recomienda el uso de un limpiador lingual, una herramienta de higiene oral muy sencilla de utilizar.
Como complemento, para tener una salud oral adecuada, es importante la dieta, es decir, evitar en la medida de lo posible alimentos que dañen nuestros dientes (como el azúcar, las bebidas carbonatadas, etc.). Si llevamos una dieta equilibrada rica en alimentos que aportan nutrientes, tanto al organismo, como a nuestros dientes, evitamos las comidas nocivas y seguimos las pautas de higiene dental, tendremos una boca limpia, sana y perfecta para recibir y dar todos los besos posibles.