Egresado de la UTP crea casco para prevenir COVID-19
Ante la lucha contra la COVID-19, Jhon Hurtado, destacado egresado de la carrera de Ingeniería Biomédica de la UTP, junto a su equipo, creó un casco dirigido exclusivamente al sector médico que trabaja en primera línea combatiendo este virus. Jhon asegura que, él y su equipo, buscaron cerrar el círculo de resguardo de quienes cuidan a los pacientes.
Detalles del proyecto
El casco, que pesa unos 800 gramos, está elaborado con acrílico. En la parte frontal cuenta con dos filtros que permiten el pase del aire limpio al interior. Asimismo, tiene una forma aerodinámica para que el CO2 expulsado por la persona sea filtrado hacia el exterior. También cuenta con un monitor de signos vitales, tanto de la temperatura corporal, como de la saturación de oxígeno y la frecuencia cardiaca, que se conectan a la parte auricular. Estos parámetros permiten visualizar si la persona tiene o no COVID-19.
La desinfección del casco se realiza con alcohol de 70° y un paño desechable, o si la persona se encuentra en un área de alto riesgo, es aconsejable realizarlo con amonio cuaternario, de acuerdo con el egresado de la UTP. Además, este casco tiene una batería de ion de litio que dura entre 8 a 10 horas continuas, lo que permite que el médico realice intervenciones quirúrgicas sin el riesgo de contagio.
Para los creadores de este proyecto, los ingenieros Jhon Hurtado y Francisco Oliveros, el mayor reto estuvo en el diseño, que tuvo varios cambios antes de llegar al producto final.
El ciclo de vida de este casco varía entre 4 a 5 años, lo cual favorece al medio ambiente, ya que reemplaza a la mascarilla y al protector facial.
Proyección
Se ha realizado una valoración en cuanto a costos de este casco que tiene dos presentaciones. El primer tipo de casco tiene un costo de 1 200 soles; y el básico, de 750 soles. Ambos cumplen con la misma función de protección, la diferencia entre ellos es la visualización del monitoreo.
Finalmente, Jhon comenta que ha recibido propuestas de otros países para la producción de este casco especial, desde Bolivia, México, Japón, Canadá y Colombia.
Sin embargo, por ahora, la meta de su equipo es seguir ayudando al Perú para luego pensar en la internacionalización. De esta manera, los precios se mantienen accesibles.