Edificios de tecnología inteligentes emergen en el mercado peruano
El retorno a las calles es inminente y cada vez está más cerca para todos. Sin embargo, la pandemia no ha finalizado y es claro que su efecto en los hábitos y exigencias del consumidor continuará a largo plazo. El sector inmobiliario no es ajeno a esto: el COVID-19 ha provocado importantes cambios en las tendencias, obligándolo a redireccionar su oferta hacia edificios mejor equipados. En esta línea surgen los edificios smart, construcciones inteligentes que emplean instalaciones y sistemas de tecnología integrada que no solo permiten una gestión automatizada, además garantizan espacios más sanitarios.
Actualmente en Perú, el mercado inmobiliario se ha ido acercando a este tipo de construcciones con funcionalidades básicas como sensores de luz o agua y manipulación de equipos mediante asistencia de voz. Con la emergencia sanitaria, la implementación de sistemas más avanzados en oficinas y viviendas ha tomado mayor relevancia y definitivamente obligará a dar un giro a próximos proyectos.
«La economía ya se está reactivando, así que pronto estaremos retornando a las oficinas, pero es claro que estas no pueden ser las mismas de antes. Con el teletrabajo, es probable que las oficinas masivas queden en el pasado, para dar paso a oficinas de estilo más boutique», indica Antonio Espinosa, gerente general de Inmobiliaria Desarrolladora. «Hoy el mercado exige soluciones distintas que garanticen mejor operatividad, seguridad, sanidad y ahorro».
Los edificios inteligentes ofrecen estructuras de funciones más autónomas y menor manipulación humana como: puertas de ingreso con sensores, sistemas de reconocimiento facial y toma de temperatura, control de elementos del ambiente con asistentes de voz, sensores de luces, entre otros. Estas funcionalidades, a su vez, reducen el consumo innecesario de energía y agua y, lo más importante, reducen el contacto físico y posibilidad de contagio. Desde los materiales utilizados hasta acabados y equipamiento, los centros corporativos tendrán que adecuarse a la nueva normalidad.
Tal es el caso de Distrito 18, proyecto de Inmobiliaria Desarrolladora que surgió como mixto y hoy se reconfiguró para atender las nuevas necesidades de oficinas boutique y smart.
«Cuando ideamos Distrito 18, las circunstancias eran distintas. Con la pandemia decidimos repensar completamente el concepto. Adaptar tecnología a edificios tradicionales es más complicado, en cambio, un espacio que se concibe como smart garantiza mejor funcionalidad y es una alternativa atractiva para el mercado de hoy», comenta Espinosa.
Dotado de materiales, como pintura o acrílicos, antimicrobianos, zona de e-commerce con smart lockers, equipos de AC y TV controladas por sistema de voz, y espacios comunes verdes y amplios, proyectos como este son los que liderarán el cambio. Incluso se proyecta que edificios básicos, iniciarán procesos de implementación de este tipo de tecnologías, haciendo de edificaciones residenciales, laborales e incluso colegios, más seguras y eficientes.
Si bien es una inversión que se recupera a largo plazo, con una pandemia y crisis económica global, los edificios smart aparecen como una solución relevante para la reincorporación de la sociedad a sus actividades cotidianas que se mantendrá en el tiempo.