Economía y salud, un panorama poco positivo
OBS Business School realizó el informe Análisis descriptivo del estado del gasto en salud, en el que se indica que la Organización Mundial de la Salud reconoce en su constitución el goce del grado máximo de salud que se pueda lograr es uno de los derechos fundamentales de todo ser humano, donde ese derecho incluye el acceso asequible a servicios de calidad y, sin embargo, 100 millones de personas viven bajo el umbral de pobreza como consecuencia de los gastos sanitarios que deben asumir.
América Latina cuenta con más de 600 millones de habitantes. La esperanza de vida es de 77,4 años en mujeres y de 71,6 años en hombres, pero es especialmente baja en Haití y Bolivia, por lo que las organizaciones internacionales están tratando de promover cambios en los sistemas de salud para que se puedan mejorar esos indicadores.
En Colombia, desde el inicio de la pandemia, el Colegio Médico Colombiano indicó que el COVID-19 acentuó los problemas de fondo del sistema de salud, en el que se ve una contención del gasto; ya que el sistema se convirtió en algo solo para atender enfermos y uno verdaderamente eficiente no debe apuntar a ello, sino a evitar que las personas se enfermen, es decir, trabajar en la promoción.
Por su parte, en Perú, según la Defensoría del Pueblo, un importante porcentaje de la población carece de la cobertura de algún tipo de seguro de salud. Por ello, proporcionar un acceso pleno y de calidad a los servicios de salud constituye uno de los principales desafíos de la administración estatal, además la Organización Mundial de la Salud detalla que el país cuenta con un sistema de atención sanitaria descentralizado, administrado por varias entidades y el resultado es un sistema con numerosos proveedores de servicios y seguros, que cuentan con una coordinación deficiente y desempeñan funciones que se superponen. Este panorama refleja las complicaciones que tiene Latinoamérica al respecto y en particular algunos de sus países.
El Dr. Juan Ignacio Barrachina, Profesor de OBS Business School y Licenciado en Medicina y Cirugía por la UB, indicó que en LATAM se observa una tendencia de crecimiento del PIB que se asocia a un incremento paralelo del gasto en salud, aunque hay una importante disparidad en el gasto en salud entre los países de región con relación al PIB.
Por ejemplo, atendiendo a los datos disponibles hasta el 2018, Cuba es el Estado de Latinoamérica con mayor gasto en salud, sobrepasando el 11.2% del PIB. Le siguen Argentina, Brasil, Chile y Uruguay, cuyo gasto oscila alrededor del 9%, muy por encima del promedio de LAC (6%). El caso que más llama la atención es el de Venezuela, cuyo gasto en salud es del 3.6%.
En el 2017, el gasto promedio per cápita en la región de LAC (1.025 USD) fue cuatro veces menor al promedio de la OCDE (3.995 USD). Los países con mayor gasto en salud son Cuba, Chile, Uruguay, Argentina y Panamá. Sin embargo, el gasto en salud per cápita de todos ellos se encuentra significativamente por debajo del promedio de los Estados miembros de la OCDE.
COVID-19 y un duro impacto
La llegada de la pandemia ha supuesto una crisis sanitaria global que ha puesto de manifiesto y acentuó los déficits de los diferentes sistemas de salud, desde la ineficiencia hasta la falta de recursos y de personal, pasando por la falta de financiación de la Atención Primaria, o la deslocalización de los sistemas de producción de productos farmacéuticos y sanitarios, entre otros.
Para dimensionar el impacto, también se hicieron proyecciones en base a los modelos de estimación de la Unión Europea y de la OCDE, donde se calcula que para el 2025 en España, el gasto en salud podría ascender a entre 97,000 y 103,000 millones de euros anuales, lo que supondría un incremento de alrededor del 30 a 40%.
En Latinoamérica, uno de los mayores problemas de los sistemas de salud, además de la insuficiente financiación, es la ineficiencia; esta aparece en muchas dimensiones del sistema: el desperdicio de insumos, duplicación de exámenes, ingresos hospitalarios innecesarios, la falta de capacidad de regulación del precio de los fármacos de algunos países de LATAM o la preferencia por medicinas de marca cuando el uso de genéricos podría reducir significativamente el gasto en medicamentos.