Día mundial sin carne ¿Por qué se celebra?
Desde 1985, el 20 de marzo se celebra el Día Mundial sin Carne, un evento que ha ido creciendo y que cada año inspira a más personas a llevar una alimentación consciente, que favorezca a su salud.
Promovido por FARM (Farm Animal Reform Movement), el Día Mundial sin Carne tiene dos objetivos claros: por un lado, educar sobre los beneficios de seguir una dieta basada en plantas como, por ejemplo, un menor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares u obesidad; y por otro lado, concientizar sobre la problemática medioambiental provocada por la alta demanda de productos cárnicos.
¿Cómo afecta nuestra alimentación al medio ambiente?
Cada día se consumen alimentos y bebidas en todo el mundo que suponen un gran impacto para el medio ambiente. El alimento con mayor impacto negativo es la carne de ternera, cuya huella ecológica muestra que el consumo de una o dos porciones por semana (75 gramos por porción) añade 604 kg de CO2 a la atmósfera, lo que equivale a 6 canchas de tenis.
«Se menciona mucho el uso de plásticos cuando hablamos de huella ambiental. Sin embargo, el 90% de la deforestación del Amazonas, se debe a la ganadería industrial, no al plástico. Más de ¾ de la soya que se cultiva en el mundo, se destina a la comida del ganado, no al plástico. Solo eliminando los productos animales de nuestra dieta podemos reducir nuestro impacto medioambiental hasta en un 73%», afirma Sylvia Rodríguez, Nutricionista en Healthy Pleasure.
¿Y cuáles son los alimentos que tienen un menor impacto ambiental? Liderando la lista aparecen las legumbres, que han sido catalogadas como el mejor alimento para la sostenibilidad del futuro. Lentejas, garbanzos o frejoles, tienen una huella de carbono muy baja, son capaces de adaptarse al cambio climático y también ayudan a reducir sus efectos, pues fijan el nitrógeno de la atmósfera en el suelo y mejoran la productividad de otros cultivos.
En general, una dieta basada en productos de origen vegetal genera una menor huella de carbono. Junto a las legumbres, cereales como el maíz, la cebada, el trigo o el arroz lideran el ranking.
La valoración de las frutas, verduras y hortalizas es más compleja porque depende de otros factores, como la variedad y la estacionalidad.
¿Cómo puedo reducir mi huella ambiental?
Una de las mejores alternativas para alimentarse responsablemente es la dieta sostenible, que reduce el consumo de carne, aumenta la ingesta de frutas y verduras y evita alimentos procesados.
«La dieta basada en plantas puede ser completa y saludable. Los invito a probar con un solo día a la semana sin carnes, con un solo día salvamos 1.1 galones de agua, 20 kilos de granos, 3 metros cuadrados de bosques, 20 libras de gases de efecto invernadero y 1 vida animal», afirma Sylvia Rodríguez, Nutricionista en Healthy Pleasure.
También será importante la compra responsable, que consiste en comprar a tiendas o productores cercanos, comprar a granel y consumir frutas y verduras de temporada, como parte de las acciones que buscan una repercusión más amable con el medio ambiente.