Desterrando mitos sobre esta acción altruista

Donar sangre, elemento líquido fundamental para el organismo humano, es una acción loable, altruista y muy positiva, pues salva vidas y ayuda a mejorar la calidad del paciente. Por ello, cada 14 de junio se rinde homenaje a quienes colaboran con esta causa con el Día Mundial del Donante de Sangre.

La Doctora María Mercedes Saravia, directora de la carrera de Medicina Humana de USIL, explica que los sistemas de salud siempre requieren tener una disposición permanente de sangre para atender las emergencias/urgencias, procedimientos quirúrgicos, traumatismos graves, personas con anemia severa y otras condiciones médicas de peligro para la vida.

«Desafortunadamente, en nuestro país existen problemas de abastecimiento en los bancos de sangre, pues no estamos acostumbrados a la donación y una de las razones son los mitos que influyen en la no donación. Según el Programa Nacional de Hemoterapia y Bancos de Sangre del Ministerio de Salud, en el Perú, se estima que serían necesarias más 600 mil unidades de sangre al año, pero actualmente se recogen menos de la mitad», señala.

La directora de la carrera de Medicina Humana de USIL destierra doce mitos sobre la donación de sangre:

– Quien dona sangre, queda débil. Normalmente, nuestro cuerpo compensa, de forma casi inmediata, la cantidad de sangre que se ha extraído. Si la persona goza de buena salud y cumple con los requisitos de donación, no presentará ningún tipo de alteración. La cantidad de sangre que se extrae representa menos del 10 % del total en el cuerpo y se empieza a recuperar desde el momento de la donación. Aproximadamente, son 450 centímetros cúbicos en cada donación. Es decir, algo menos de medio litro, teniendo en cuenta que, en un adulto, el volumen de sangre en el cuerpo es cercano a los cinco litros.

– Donar sangre engorda o provoca el aumento de peso. El peso se relaciona a otros factores: tipo de alimentación, hormonas, actividad física entre otros. No obstante, algunos creen que, para reponer la sangre extraída, deben aumentar la ingesta de alimentos, lo cual no es necesario. Se deben seguir consumiendo los alimentos en cantidad y calidad de la misma forma en que lo hacía antes. Lo que sí se recomienda es tomar abundante agua después de la donación.

– No se puede donar sangre si se ha sometido en los últimos doce meses a tatuajes, acupuntura, maquillaje permanente, percings u otros procedimientos similares. Estas personas no deben donar sangre durante año, es cierto, pero si se garantiza que el procedimiento se realizó siguiendo todas las normas de asepsia y se empleó un equipo nuevo y de uso único, el tiempo puede acortarse a seis meses.

– Durante la donación de sangre se puede adquirir una infección. Por donar sangre no se adquiere ninguna enfermedad, ya que las bolsas de recolección de sangre son estériles y la piel se limpia y desinfecta antes de la extracción de la sangre.

– Donar sangre debilita. Al donar sangre se estimula la producción de glóbulos rojos, lo cual aumenta la concentración de oxígeno en la sangre. Por lo tanto, los órganos del cuerpo trabajan más eficientemente.

– Donar sangre puede producir anemia. Antes de la donación se analiza la hemoglobina y hematocritos. Los niveles deben ser normales, en caso contrario, no se permite donar para no correr riesgo de ocasionar anemia al donador. El órgano encargado de producir las células sanguíneas es la médula ósea, y esta se repone en forma total, aproximadamente, en 52 días.

– Los materiales con los que se extrae la sangre son usados en varias personas. En cada donación se usa material nuevo, estéril y descartable, y el personal del Banco de Sangre aplica medidas de bioseguridad para que no exista riesgo de contaminación. Todos los bancos de sangre cumplen estas medidas.

– Donar sangre causa impotencia sexual. No existe ninguna relación entre donar sangre y el sistema reproductor. Después de donar, la persona puede seguir su vida sexual de manera normal. Sin embargo, se recomienda no hacer ejercicios extenuantes ni fumar en las siguientes cinco horas después de donar.

– Donar sangre es doloroso. Si bien se siente dolor al momento del pinchazo, dependerá de la tolerancia de cada individuo, pero durante la donación no hay dolor.

– Las personas con diabetes e hipotensión no pueden donar. Sí pueden donar, siempre y cuando estén controladas y cumpliendo con su medicación. Solo el paciente diabético, dependiente de la insulina, no puede hacerlo.

– Solo se puede donar sangre dos veces al año. Según la normatividad, los hombres pueden donar cada tres meses; y las mujeres, cada cuatro, debido a que pierden glóbulos rojos en periodos de menstruación

– Se debe donar sangre en ayunas. No es necesario. Solo se recomienda no consumir alimentos grasosos dos horas antes de la donación.

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