Deficiencia de nutrientes: Aprende cómo identificarlas
La deficiencia de nutrientes es el resultado de la falta de vitaminas, minerales o proteínas que el cuerpo necesita para un desarrollo óptimo. Muchas veces sus síntomas suelen pasar desapercibidos, ya que es fácil relacionarlos a otras enfermedades. Sin embargo, prestar atención a estos indicadores puede ser de gran ayuda para detectar en primera instancia, una carencia que puede poner en riesgo la salud. Cansancio físico y mental, sensación de falta de bienestar o facilidad para contraer infecciones, son solo algunas de las señales de alerta que el cuerpo emite para visibilizarlas.
Para ayudar a reconocer estas deficiencias, Sylvia Rodríguez, nutricionista del equipo Magnesol, cuenta cuál es la sintomatología en los casos más comunes y la forma de tratarlas:
– Deficiencia de zinc: La falta de zinc en el cuerpo da lugar a la pérdida del apetito y cabello, se siente cansancio y falta del gusto. Estos síntomas pueden mejorar aumentando la ingesta de este mineral en la dieta u optando por un suplemento.
– Deficiencia de magnesio: Si realizas deporte o eres corredor, tu cuerpo necesitará una dosis más alta de magnesio. Esta puede encontrarse en frutos secos, avena y maíz. Sin embargo, si no se cumple con el requerimiento diario de este mineral a través de los alimentos y la sensación de cansancio extremo, calambres musculares y dolores de cabeza persisten; consumir suplementos de magnesio, tanto por el día, para más energía, o por la noche para descansar mejor, serán una buena alternativa para ti.
– Deficiencia de hierro: El hierro es el mineral responsable de transportar oxígeno a los glóbulos rojos. Un déficit de este nutriente, es mucho más común en mujeres, esto debido a la menstruación. Entre los síntomas típicos están la somnolencia, mareos, dolores de cabeza y problemas de concentración. Una forma de contrarrestarlo es aumentando el consumo de lentejas, legumbres y verduras de hoja verde.
– Deficiencia de vitamina D3: El déficit de esta vitamina es frecuente en meses de frío, ya que se necesita recibir la luz del sol sobre la piel para que el cuerpo pueda seguir fabricando D3. Asimismo, pasar largas horas en interiores también significa un riesgo. Presta atención a los siguientes síntomas: dolor de huesos, músculos y alteraciones óseas, son algunos de ellos. Se recomienda aumentar el tiempo que se pasa al aire libre con brazos y cara descubierta, siempre con bloqueador solar.