Cuatro preguntas sobre la incontinencia urinaria
La incontinencia urinaria (IU) es un problema que afecta la vida de millones de personas en el mundo, y esta se va a dar tanto en varones como en mujeres. En muchos casos, la vergüenza, el desconocimiento o el creer que es parte necesaria de un proceso de envejecimiento hace que las personas asuman esta enfermedad como parte de su día a día, aunque la solución puede ser más fácil de lo que realmente parece.
Como explica el doctor Juan Pablo Castillo Rodríguez, urólogo del Centro Médico Urozen, este síndrome se produce por la pérdida de control de la vejiga para retener la orina. Existen tres tipos principales, la incontinencia de esfuerzo, de urgencia y la mixta, que es una combinación de ambas.
En el caso de la incontinencia por esfuerzo este escape se va a dar al toser, reír, levantar objetos pesados o realizar ejercicio físico intenso, es decir por actividades que podemos realizar en el día a día. Por su parte, en la incontinencia por urgencia la persona siente una fuerte y repentina necesidad de orinar que no va poder ser contenida y va a llevarla a buscar un baño con urgencia. La fuga se produce al no poder retenerla y se relaciona con la presencia de una vejiga hiperactiva, pudiendo miccionar de esta forma incluso más de 20 veces al día, limitando su actividad social.
Además, hay pacientes que pueden tener ambas a la vez, o algunas formas diferentes, he ahí la necesidad de la valoración adecuada por un especialista preparado además del apoyo de un equipo multidisciplinario para un mejor resultado.
Con el objeto de visibilizar una problemática que afecta a alrededor de 200 millones de personas en el mundo, cada 14 de marzo se celebra el Día Internacional de la Incontinencia Urinaria. En este sentido, el especialista resuelve cuatro preguntas acerca de las IU:
¿Son las mujeres más susceptibles de presentar IU?
Aunque cualquiera puede sufrir de incontinencia urinaria, tanto varón como mujer, la prevalencia en mujeres es mayor a la de los varones, y esto va ser representado también según grupos de edad. Los embarazos, los partos vaginales y la menopausia son factores que incrementan la probabilidad de desarrollar este padecimiento. Igualmente, en las personas mayores aumenta la incidencia del número de casos.
¿Qué complicaciones trae si no se trata?
La persistencia de IU hace que la zona se mantenga húmeda, esto provoca irritaciones en la piel de la zona, además de infecciones urinarias frecuentes.
Sin embargo, las consecuencias se plasman también a nivel personal, ya que las personas suspenden sus actividades sociales y se aíslan por temor a tener pérdidas en público lo que deteriora su calidad de vida, es decir esta enfermedad no va a condicionar un desenlace de mortalidad, pero imagine no poder realizar sus actividades regulares con la familia, amigos o incluso, algo tan básico como salir al cine, viajar en un bus o ir a una reunión social por estar constantemente buscando un baño.
¿Cómo controlar la IU?
Se debe evitar bebidas que contengan sustancias diuréticas como la cafeína, el té, el alcohol, etc. Es importante controlar el peso, para no generar presión innecesaria sobre la vejiga. También, es fundamental consumir alimentos ricos en fibra para evitar estreñimientos y realizar ejercicios de bajo impacto para fortalecer los músculos del piso pélvico. Asimismo, es esencial dejar de fumar.
¿Qué tratamientos existen?
El tratamiento dependerá de la causa específica, es por ello importante visitar a un especialista preparado para que realice las pruebas necesarias y determine el tratamiento más indicado, donde la organización y el manejo de un equipo multidisciplinario es fundamental, encabezados siempre por un urólogo de experiencia. Entre los métodos de tratamiento existen terapias farmacológicas, dispositivos eléctricos o electromagnéticos que ayudan a fortalecer la musculatura de la zona, aplicaciones de toxina botulínica, estimuladores nerviosos o procedimientos quirúrgicos. De ser necesario, se complementa con fisioterapia para reeducar a los músculos.