Cuatro datos sobre los códigos QR en Latinoamérica
Tras los dos últimos años atípicos, pequeñas y grandes empresas tuvieron que adaptarse a nuevas formas de gestionar sus ventas. Uno de los métodos de pago que incrementó su popularidad es el código QR, ya que, de acuerdo con Mercado Pago, la fintech de Mercado Libre, el uso de esta herramienta en el país incrementó un 74% en el 2021. Asimismo, se dio a conocer que, a diciembre del presente año, más de 3,600 negocios se han sumado a la plataforma de Mercado Pago para implementar esta herramienta.
Los códigos QR son una innovación tecnológica que cambió la forma en la que muchos cobran y pagan por servicios y/o productos. QR es la sigla en inglés para Quick Response Code, es decir, código de respuesta rápida. Cabe resaltar que esta tecnología tiene cuatro puntos clave: es fácil de entender, no se necesita invertir en un aparato adicional, se puede usar con cualquier celular y es fácil de distribuir. A la fecha, se hacen 32 mil transacciones con QR por hora en América Latina, lo cual representa un gran paso hacia la inclusión, la igualdad y la creación de oportunidades.
Teniendo en cuenta la relevancia de esta herramienta, Mercado Pago comparte cuatro datos sobre los códigos QR en la región:
1. Desarrollo de la tecnología: El código QR, heredero del código de barras, fue desarrollado en 1994 por la compañía japonesa Denso Wave, subsidiaria de Toyota. Hoy se usa a gran escala, para administrar inventarios o promocionar productos, y su crecimiento es paralelo a la revolución de los smartphones y el alcance cada vez más amplio de las tecnologías de telefonía móvil.
2. Implementación en Latinoamérica: A mediados de 2017, un grupo de trabajo de Mercado Libre comenzó a buscar maneras de simplificar las transacciones que se hacían tanto dentro como fuera de la plataforma. El código QR como herramienta para pagos y cobros estaba teniendo por entonces un crecimiento exponencial en China a partir de innovaciones de las compañías WeChat y Alipay, que introdujeron esta herramienta en sus apps para celulares.
3. La clave para que el sistema funcione: A diferencia de otras zonas del mundo, en la región nunca hubo una cultura extendida del uso del cheque o las tarjetas, por lo que no hubo que reemplazar un hábito arraigado por otro, algo que suele ser lento y complejo. A su vez, este contexto exhibía una realidad penosa: la baja inclusión financiera en América Latina. La implementación de un sistema simple de pagos y cobros a partir de una cuenta digital podía tener un impacto positivo en la vida cotidiana de millones de personas.
4. Los primeros pasos: El pago con código QR tenía que funcionar como una verdadera red de pagos y cobros que incluyera a grandes empresas pero, sobre todo, a los comercios de cercanía: almacenes, kioscos y pequeños supermercados. Lo cierto es que el pago con QR comenzó a crecer por decisión y efecto de los mismos usuarios y en apenas dos años se masificó.