Cuatro buenas prácticas para construir espacios más sostenibles

Cada 31 de octubre se conmemora el Día Mundial de las Ciudades, una fecha que invita a reflexionar sobre cómo lograr urbes más seguras, sostenibles y resilientes.

En el Perú, más del 80 % de la población ya vive en ciudades, un proceso de urbanización acelerado que demanda soluciones que respondan al déficit de vivienda, a la presión sobre la infraestructura y al impacto ambiental que generan los procesos constructivos.

El Centro Nacional de Planeamiento Estratégico (CEPLAN) proyecta que, hacia 2050, más de 35 millones de peruanos residirán en zonas urbanas, lo que equivale a cerca del 85 % de la población. Este crecimiento debe ir de la mano con un modelo de desarrollo urbano que priorice la sostenibilidad y la resiliencia climática. De hecho, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) advierte que el sector construcción genera cerca del 37 % de las emisiones de carbono asociadas a la energía en el mundo, por lo que avanzar hacia soluciones más limpias se ha vuelto imperativo.

"La sostenibilidad no es un concepto aspiracional, es parte de la eficiencia del negocio. En Holcim creemos que la innovación en materiales y procesos es la ruta para construir ciudades más resilientes, con menos impacto y más valor para las personas", señaló Norberto Ledea, CEO de Holcim Perú.

A continuación, se destacan algunas opciones y buenas prácticas que hoy están transformando la construcción urbana:

Materiales de menor huella de carbono: Los cementos y concretos con adiciones minerales o componentes reciclados permiten reducir las emisiones de CO₂ sin sacrificar desempeño. Estas soluciones ya forman parte de la transición hacia una construcción baja en carbono y son esenciales para cumplir los compromisos.

Concretos de alta resistencia y durabilidad: El uso de concretos adaptados a cada entorno, resistentes a la salinidad, humedad o cambios térmicos, alarga la vida útil de las estructuras y reduce el mantenimiento. Esta elección técnica es clave en zonas costeras y andinas.

Prefabricados y sistemas modulares: El uso de componentes prefabricados permite optimizar los recursos, acortar plazos y mejorar la precisión estructural. En contextos urbanos densos, esta tecnología también reduce interrupciones y optimiza recursos en obra.

Soluciones que optimizan agua y energía: Incorporar tecnologías que reduzcan el uso de recursos es fundamental para lograr una construcción responsable. Hoy existen mezclas que requieren menos agua o que fragüan más rápido, favoreciendo la eficiencia energética en los proyectos.

La innovación, sin embargo, no solo está en los materiales, sino también en la forma de aplicarlos. Acompañar a los constructores con asesoría técnica desde el diseño hasta la ejecución permite optimizar recursos y asegurar que cada obra cumpla con los estándares de calidad y sostenibilidad que las ciudades de hoy requieren. De esta manera, la industria de la construcción puede convertirse en un aliado clave para el desarrollo de urbes más resilientes, habitables y preparadas para el futuro.

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