Crisis moral en medio de la pandemia

A la pandemia y a la crisis económica, política y social se ha sumado una crisis ética y moral que, como el COVID-19, asfixia y desprotege a los ciudadanos.

Así, cuidado de muchos peruanos de primera línea está siendo arrasado no solo por las carencias en salud, sino por un desdén de quienes ostentan un cargo público.

El caso vacunagate evidencia una clase de autoridades y funcionarios públicos que olvidaron su deber de servir y no servirse del cargo para privilegios y beneficio personal, asimismo, la corrupción alcanza a profesionales y empresarios del sector privado allegados a las esferas de poder.

El abuso cometido pone en juego la vida de miles de personas al haber malversado bienes públicos que tienen un valor social. ¿Es que la vida de los peruanos no vale nada? ¿Se puede privar de la protección de la salud a quienes más lo requieren? Esta crisis sume a la ciudadanía en indignación, impotencia, frustración, tristeza, así como en una desconfianza generalizada.

A los ciudadanos les corresponde reaccionar ante este duro golpe y a los gremios de salud, la Contraloría, la Defensoría y la población organizada vigilar y denunciar si en las regiones se está dando la llamada vacunación clandestina.

Asimismo, la docente sostiene que los ciudadanos no pueden sucumbir, en medio de nuestra frustración, a un voto irresponsable este 11 de abril y sancionar a los candidatos con indicios de corrupción.

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