COVID-19 ¿Cuáles son las secuelas y qué tratamientos seguir?
Día a día, se anuncian descubrimientos sobre las secuelas que puede dejar la COVID-19 en los pacientes; y ante la eventual llegada de una tercera ola de contagios, es importante reconocer y saber identificar las afecciones que se podrían presentar en el cuerpo, pues en muchos casos suelen extenderse durante meses, si no se sigue un adecuado tratamiento.
El Dr. Pedro García Mantilla, médico neumólogo con entrenamiento en el extranjero en broncoscopia intervencionista y especialista de Diagnoscan, centro de diagnóstico por imágenes, señala que es importante realizarse estudios con mayor profundidad para obtener resultados más exactos que apoyen a la recuperación del paciente, ya sea en sus pulmones, cerebro y/o corazón. Actualmente, existen pruebas y exámenes que permiten identificar hechos y realizar proyecciones que mejoran el tratamiento luego de haber superado la COVID-19, como ecografías, resonancias y tomografía espiral multicorte.
Para el especialista, quien ha manejado más de un millar de pacientes con éxito durante la pandemia COVID-19, las secuelas más frecuentes que podrían presentarse luego de haber superado el coronavirus son:
Dolores de cabeza y migrañas: Un gran número de pacientes continúa con dolor de cabeza y migrañas, potenciando los problemas de descanso y la falta de memoria. La cefalea y la llamada niebla mental son los síntomas neurológicos más habituales y persistentes entre los pacientes, incluso jóvenes. Esta enfermedad es, precisamente, la causante de un tipo de dolor de cabeza muy específico, parecido a la migraña, que podría darse de manera crónica.
Cardiovasculares: Muchas personas que han sido afectadas por COVID-19 padecen algún tipo de daño cardíaco, aunque no hayan tenido ninguna enfermedad del corazón subyacente, o no hayan estado lo suficientemente enfermos para ser hospitalizados. Pacientes pueden presentar lesiones cardíacas e infarto miocardio, así como algunos sufrirán palpitaciones y taquicardia frecuentemente. El Ecocardiograma Avanzado o Strain con evaluación de la deformación miocárdica puede detectar la inflamación miocárdica presente en Miocarditis post COVID-19.
Cansancio y fatiga: El síntoma de fatiga puede persistir luego de las tres o cuatro semanas de haber tenido la enfermedad. Suele aparecer como fatiga crónica afectando a varios sistemas del cuerpo, generando dificultades en el día a día del paciente.
Dolores musculares y articulares: Los problemas más comunes son dolores en los hombros y espalda, aunque pueden impactar a cualquier articulación del cuerpo. Algunos pueden tener problemas más severos como dificultad para mantenerse de pie o levantar objetos con las manos. Otros pacientes pueden tener sensación de calambres y hormigueo, así como debilidad en brazos y piernas. La mayoría de los problemas mejoran progresivamente tras superar la enfermedad, es por ello que cuidar de las articulaciones y músculos debe ser una parte muy importante del proceso de recuperación.
Daños en las vías respiratorias: Pueden persistir complicaciones en los pulmones y las vías respiratorias como silbidos en el pecho o sonidos al hablar, respirar o exhalar. Incluso se puede llegar a casos extremos de neumonitis (inflamación de los pulmones) o fibrosis pulmonar. Por ello, es necesario realizarse estudios por imágenes como tomografías pulmonares o de cuello con contraste, durante y después de pasar por la enfermedad del coronavirus si se ha sufrido de neumonía y sobre todo si se ha tenido enfermedad grave. Así, el médico puede tener mayores proyecciones y precisión sobre el estado real del sistema respiratorio del paciente y tener un adecuado tratamiento con medicamentos como corticoides, anticoagulantes, suplementos nutricionales, etcétera dependiendo de su evolución.
Finalmente, el Dr. García Mantilla, afirma que existen diversos tipos de síndrome post COVID-19, que incluso puede presentarse en pacientes que tuvieron afección leve y que suele darse en un tiempo de cuatro semanas aproximadamente luego del diagnóstico inicial, causando distintos síntomas como dificultad respiratoria, opresión de pecho, pérdida de cabello, fatiga, falta de concentración y dolores de cabeza.
Por otro lado, están las secuelas para pacientes que han pasado por cuidados intensivos, que, en muchos casos, muestran consecuencias pulmonares caracterizadas por neumonitis o inflamación pulmonar persistente que puede llegar al daño fibrótico, así como afecciones a la tráquea por haber estado intubados y en conexión a ventiladores mecánicos, lo que ha provocado estrechamiento traqueal con síntomas que pueden simular asma como ronquido de pecho, sonido respiratorio llamado estridor, tos y dificultad respiratoria y al hablar.
En ambos casos, es necesario seguir un plan de terapias físicas y consumo de medicinas indicadas por el especialista con suplementos nutricionales para reforzar el sistema inmune, así como estudios de diagnósticos por imágenes, previa indicación médica.