Consumidores demandan mayor seguridad en alimentos y bebidas

Ante la creciente población, la escasez de recursos naturales, la globalización, la sostenibilidad, el avance en la tecnología moderna y, recientemente, la crisis sanitaria del Covid-19; consumidores y diversos actores de la industria de alimentos y bebidas del Perú y el mundo están exigiendo que se eleve el nivel de protección respecto a la seguridad alimentaria.

Esta situación hace que el sector de alimentos y bebidas enfrenten nuevos retos, sobre todo, porque las prácticas alimentarias inseguras traen consigo consecuencias devastadoras. Según el informe de Seguridad Alimentaria 2019 de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación FAO, los alimentos peligrosos que contienen bacterias, virus, parásitos o sustancias químicas dañinas causan más de 200 enfermedades, y se estima que 600 millones; es decir, 1 de cada 10 personas en el mundo se enferman después de comer alimentos contaminados y 420.000 mueren cada año.

Para Tetra Pak, una de las soluciones clave es que la industria comience a buscar oportunidades como la seguridad alimentaria preventiva y controles de calidad. Se trata de la integración de los procesos que ofrecen las tecnologías detrás de la Industria 4.0, las mismas que pueden ayudar a los fabricantes de alimentos y bebidas a cumplir con muchas de las demandas que se les imponen, como mejorar la seguridad alimentaria, gestionar mejor sus cadenas de suministro o garantizar mayor rentabilidad.

Tetra Pak señala que actualmente existen cuatro tendencias en la seguridad alimentaria: regulación, cambio de comportamientos de alimentación y compra de los consumidores, aumento de la digitalización, y trazabilidad en la cadena de suministro. Esto conlleva a preguntar ¿Cómo puede adaptarse el sector de producción de alimentos y bebidas a la industria 4.0 para mejorar la seguridad? La respuesta se enfoca en la toma inmediata de decisiones, el trabajo en conjunto con los socios y el uso de tecnología inteligente, logrando así enfrentar los desafíos de la seguridad alimentaria en el cambiante mundo del futuro.

Para muchos fabricantes de alimentos y bebidas no es solo el costo lo que les hace pensar nuevamente en invertir en nuevos sistemas o procesos, sino la abrumadora tarea de saber cuál de las nuevas tecnologías inteligentes funcionará mejor para ellos y cuáles son los primeros pasos que deberán tomar.

Es importante resaltar que para el 2050 se prevé que la población mundial alcance los nueve mil millones de personas, lo que representará mayor presión sobre los productores en cuanto a reducción de desperdicio, emisiones y cantidad de los recursos utilizados en el proceso de fabricación. En lo que respecta a comercialización, las compras electrónicas o e-tailing de alimentos y bebidas se siguen incrementando, proyectándose a crecer en un 24% anual durante los próximos 10 años, según Tetra Pak.

E-tailing será tan grande como los canales de hipermercado, lo que traerá más comercio transfronterizo y sacudirá la cadena de suministro. Todo esto significa que está cambiando no solo la forma de consumo, sino también la forma en que las empresas suministran bienes. En resumen, habrá más presión sobre el empaque y por ende, en la seguridad que brindará el mismo.

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