Conquistando la atención de tu hijo en la educación a distancia

Si nuestro hijo presenta falta de motivación o atención, si le cuesta quedarse en su lugar de trabajo durante las clases, si no hace contacto visual, olvida el trabajo realizado, no imita las acciones enseñadas o le cuesta expresar lo que siente con palabras, es posible que necesitemos dedicarle un acompañamiento especial y particular en esta coyuntura.

La educación a distancia, las restricciones en las salidas y el cambio en la forma de socializar son algunas de las cosas que más les han afectado a los niños; todo esto tiene un impacto incluso mayor en el caso de niños que se distraen con mucha facilidad.

Luis Talledo, psicóloga de Innova Schools, comparte unas recomendaciones que nos ayudarán a mejorar la dinámica de aprendizaje en casa:

– Estructura el ambiente. Separar un lugar de estudio adecuado sin elementos que lo distraigan (TV y música apagada). Esto ayudará a tener elementos de control sobre la desatención, desinterés, inquietud motora, organización y seguimiento instruccional.

– Anticipa las actividades. Usa una agenda diaria. La puedes realizar con imágenes o fotos de tu hijo (a) haciendo la actividad; luego revísenla juntos. Esto ayudará a tenerlo ubicado y lograr que se termine el trabajo encomendado.

– Utiliza ayudas visuales tanto para organizarte como para brindar las indicaciones.

– Brinda instrucciones sencillas y cortas, repítelas con tranquilidad cuantas veces sea necesario. Después de haberle brindado la indicación pídele que te repita o explique lo que van a hacer.

– Controla tus expresiones. La comunicación no verbal dice mucho.
– Divide el trabajo en pequeñas partes.
– Si observas que a tu hijo (a) le falta tiempo extra para terminar la actividad bríndaselo.

Es importante también comunicarnos con los docentes, intercambiar ideas y encontrar oportunidades de mejora en la estrategia de aprendizaje. Así mismo, tomar en cuenta que podemos aliviar la ansiedad que puedan estar sintiendo los niños con simples acciones:

– Brindar descansos breves. Así evitamos que se aburran y dejen los trabajos a la mitad.
– Realiza comentarios positivos sobre su buen comportamiento. Esto ayuda y motiva a realizar nuevamente la conducta positiva esperada.
– Establece límites claros sobre qué a acciones están permitidas en la sesión.
– Luego de que observes que tu hijo se reguló, retorna al trabajo y retómalo.

Finalmente, Luis Talledo nos recuerda que no debemos olvidar que todos los niños son únicos e irrepetibles y que sus conductas responden a su ritmo y estilo particular de aprendizaje y sociabilización.

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