Conclusiones del CADEx 2020

En el Perú, cerca de 2 millones de jóvenes cursan estudios superiores, y en las actuales circunstancias por el COVID-19, las instituciones se han visto obligadas a migrar a la modalidad educativa a distancia de emergencia, afrontando muchos retos y dificultades.

Es así que IPAE Asociación Empresarial desarrolló una edición de #CADEx con el tema Educación superior a distancia antes y después del COVID-19 en donde participaron Carles Sigalés, Vicerrector de Docencia y Aprendizaje de la Universidad Abierta de Catalunya (UOC); Jorge Mori, Director General de Educación Superior Universitaria del Ministerio de Educación (Minedu); Carla Olivieri, Rectora y CEO de UCAL; y como conductor, Gonzalo Galdos, Vicepresidente de Calidad Académica de Laureate Education. Los especialistas coincidieron en que es momento de plantear una educación diferente, que no significa elegir entre la modalidad a distancia o presencial, sino de encontrar un equilibrio que permita que ambas coexistan con la calidad requerida.

La sesión estuvo compuesta por dos bloques: la exposición sobre un caso de éxito internacional como lo es UOC, y de desafíos y oportunidades de la educación superior a distancia en el Perú.

Ambos estuvieron enfocados en mostrar que la educación superior a distancia es una modalidad de larga data a nivel mundial, con altos estándares de calidad, que se ha potenciado en el tiempo gracias al avance de la tecnología.

Con respecto al primer bloque, Carles Sigalés compartió su experiencia alrededor de la educación superior virtual comunicando que esta modalidad ha pasado de ser una formación de élites a formación de masas, en donde el internet ha cambiado las formas de acceso a la información, la forma cómo se aprende y cómo se relacionan las personas y por eso, la oferta y la demanda de la educación online está experimentando un crecimiento a gran escala.

En esa línea, el académico precisó que el despliegue de los recursos digitales configura un nuevo ecosistema del aprendizaje: lo oral, lo impreso y lo digital, la enseñanza, la colaboración y la experimentación, el centro educativo, el hogar, la comunidad, el espacio público y el mundo virtual. Asimismo, indicó que los avances de los últimos 20 años han permitido un gran salto de calidad como la instauración de modelos centrados en el estudiante con un gran potencial de interacción gracias a la tecnología; el avance en laboratorios y espacios de prácticas virtuales, simulaciones, uso de realidad virtual y aumentada; nuevos métodos de evaluación formativa con elementos de control de identidad y autoría en entornos virtuales; y la incorporación de metodologías de ciencia de datos y herramientas de inteligencia artificial.

«Es importante precisar que una universidad completa y de calidad, más allá de la modalidad de formación no presencial que ofrezca, debe tener un equipo académico acreditado, que dé una respuesta formativa idónea a través de la metodología adoptada. Con el compromiso ético de proporcionar una educación superior inclusiva y de calidad, que mejore la cobertura y el acceso y contribuya al progreso social y al bienestar», dijo Carles Sigalés.

Con respecto al bloque de las Desafíos y oportunidades de la educación superior a distancia en el Perú, se explicó que 1.5 millones de alumnos cursan los estudios en universidades, de ellos el 25% lo hace en instituciones públicas y el 75% en privadas, y 526 mil lo hacen en institutos tecnológicos, pedagógicos o artísticos; 34% en el sector público y 66% en el privado.

Jorge Mori comentó que, frente a la pandemia, el Minedu ha implementado dos líneas de acción: la contención de la emergencia con condiciones de calidad, y la construcción y consolidación de capacidades para la educación virtual. A partir de allí, se han definido diversas estrategias que comprenden: (i) financiamiento para apoyar el proceso de virtualización con condiciones de calidad ii) promoción de alianzas con universidades nacionales e internacionales con experiencia en virtualización, (ii) contratación de servicios de internet para estudiantes de bajos recursos, (iii) desarrollo de capacidades institucionales y facilidades para la adecuación presupuestal en este nuevo escenario. A su vez, se han revisado las normas para permitir, por ejemplo, la ampliación de los créditos para la modalidad virtual y el dictado de un tercer ciclo, entre otros. Se estima que para el mes de mayo 28 universidades públicas puedan iniciar sus actividades académicas virtuales.

A su turno, Carla Oliveri dijo que ha sido un gran reto para las instituciones superiores privadas implementar la educación a distancia, pero que han respondido con mucha agilidad ante esta crisis. Sin embargo, enfatizó que los estudiantes tienen el desafío de migrar sus expectativas de lo que esperan de la educación a distancia a la realidad y de revalorizar esta experiencia, y de enfocarse en las ventajas de esta modalidad, como son la cercanía con sus profesores, el desarrollo de su autonomía y de nuevas habilidades digitales.

«Es momento de que los estudiantes se pregunten para qué estudian, cuál es su propósito en la vida y como su preparación académica encaja en su propósito. Deben dejar de pensar en cuando va a terminar esto y más bien analizar cómo será su vida post Covid-19 y cómo quieren acordarse de ellos mismos pasando esta etapa», reflexionó Carla Oliveri.

Si bien las instituciones de educación superior privadas han podido iniciar más rápidamente su proceso de virtualización, están afrontando un fuerte impacto debido a la deserción, la cual podría llegar a afectar a 650 mil estudiantes según estimaciones de FIPES. Para afrontar esta problemática se propone desarrollar programas de apoyo a los estudiantes como becas, créditos, así como tarifas a bajo costo para conexión a internet, entre otros.

La rectora y CEO de la UCAL especificó que el futuro es el presente y que se tiene que aprovechar esta pandemia para obligar a todo el sistema educativo a pisar el acelerador para innovar. «Tenemos la suerte de haber hecho la prueba piloto ahora y tenemos que seguir integrando, a través del tiempo, distintas acciones para beneficiar a nuestros estudiantes y también a aquellos que tienen pocas oportunidades, desde todos los entornos», precisó.

Mori señaló que es momento que el Estado mire a la educación superior en su conjunto, como un sistema que integre lo universitario, lo técnico, y también lo técnico-productivo, para lograr el tránsito hacia a una transformación digital.

A su vez, Carles Sigalés mencionó que la visión que tiene el Gobierno del Perú de aprovechar esta crisis es la correcta, es decir, atender a la educación a distancia de una manera rápida. Sin embargo, hizo un llamado a que no se confundiera la educación a distancia de emergencia con educación online, «se necesitará reforzar esta línea de manera crucial para mirar al futuro», especificó.

Como conclusión, Gonzalo Galdos, miembro del Comité Estratégico de Educación de IPAE, quien condujo la sesión, comentó que la educación superior es una modalidad de larga data a nivel mundial, con altos estándares de calidad, que se ha potenciado en el tiempo gracias al avance de la tecnología.

Asimismo, comentó que los estudiantes están afrontando el reto de adaptarse a una modalidad que requiere de altas dosis de aprendizaje autónomo y autorregulación. Esta situación representa una oportunidad para los jóvenes, específicamente para su desarrollo personal y profesional: transitar por una situación tan compleja y poder sobrellevarla significa todo un aprendizaje que marcará su vida y capacidad de adaptación a contextos complejos.

Finalmente, dijo que es fundamental continuar en la línea del diálogo y la apertura para sumar esfuerzos entre el sector público y privado, a fin de establecer sinergias y compartir buenas prácticas.

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