Cómo tratar heridas y quemaduras en casa
Esta nueva normalidad plantea un gran reto para todos, tanto para aquellos que ya retomaron sus actividades fuera de casa como para los que todavía continúan en aislamiento domiciliario. En este último caso, en especial cuando se tienen niños en casa, la posibilidad de accidentes domésticos se incrementa considerablemente, pues no olvidemos que el confinamiento, las clases a distancia, la falta de actividad al aire libre y la disminución de interrelaciones con otros niños, los ha llevado a una situación de tensión, intranquilidad e hiperactividad mayor.
Asimismo, hay que recordar que los padres y madres hoy comparten su día entre el teletrabajo, las actividades del hogar y la crianza de los niños, por lo que también se vuelven vulnerables a estos accidentes. Igualmente, los adultos mayores que, al intentar realizar nuevas actividades dentro del hogar, se convierten en víctimas potenciales de estos pequeños percances.
En ese sentido, las lesiones domésticas más frecuentes son las heridas menores y las quemaduras. Dentro de las primeras, observamos con frecuencia las heridas punzantes (al pisar un clavo o astillarse el dedo), las cortantes (al cortar el pan o romperse un objeto con el que interactuamos) y los raspones (al friccionar la piel contra una superficie áspera o rugosa). Las quemaduras se observan más frecuentemente en la cocina y el comedor y, habitualmente son menores o de primer grado. Ante estas es que debemos estar preparados para afrontar adecuada y oportunamente, evitando las visitas innecesarias a los servicios de urgencia y la ocurrencia de complicaciones. El Dr. Oscar Medrano, asesor médico de Sulfanil, nos recomienda qué hacer si nos encontramos frente a alguno de estos sucesos:
– Heridas menores: Ante todo, es fundamental dar tranquilidad al accidentado, en especial si se trata de un niño. Acto seguido, debemos retirarlo de la zona de peligro para evitar nuevos accidentes. Si la herida fue un corte, presionar la zona durante un par de minutos ininterrumpidamente para que deje de sangrar y luego proceder a lavarla con agua y jabón, desinfectarla y finalmente aplicar una crema o polvo antibacteriano. Solo de persistir el sangrado, será necesario consultar con un profesional de la salud o llevarlo a un centro de salud cercano. Si la herida es un raspón, el lavado de la zona afectada con agua y jabón, la desinfección y el uso de una crema antiséptica son fundamentales. Finalmente, en el caso de las heridas punzantes, debemos actuar de manera mixta, pues debemos detener el sangrado por un lado y por otro además desinfectar la herida. Recuerde que en todos los casos, la persona que asiste a un accidentado debe también haberse lavado las manos con agua y jabón.
– Quemaduras leves: Estas lesiones son resultado del contacto con agentes térmicos, como el agua, objetos y vapores calientes, la llama del fuego, una descarga eléctrica, entre otros. Dependiendo de la severidad del agente, el tiempo de exposición, la zona de la piel afectada y el tipo de paciente en cuestión, es que la lesión puede ser de mayor o menor grado de profundidad y/o intensidad (quemaduras grado I, II y III). En casa, los accidentes más frecuentes incluyen quemaduras con agua caliente (al volcarse una taza de café o leche caliente), vapor caliente (al destapar una olla) o tomar contacto con una superficie caliente (de una olla o de la parrilla). En todos estos casos, guardar la calma, dar tranquilidad al accidentado y trasladarlo a un lugar seguro será lo primero que haremos. Rápidamente (y de ser el caso, sin retirar las prendas de la zona afectada) refrescar la zona con agua corriente (del caño) durante algunos minutos para reducir el daño térmico y calmar el dolor. Acto seguido, usar una crema especial para quemaduras que combine agentes anestésicos, para mitigar el dolor y antisépticos para reducir la posibilidad de infecciones sobre agregadas. Recuerde, nunca use agua o compresas frías, ya que potenciarán las lesiones. Igualmente, no use productos caseros no aprobados para estos casos, como el aceite, la pasta dental, sal, emplastos u cremas cosméticas disponibles en casa.